“El dolor y la ausencia de Catalina estarán con nosotros toda la vida, pero al menos logramos que su asesino esté en la cárcel” 

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El juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez llegó a su fin con la condena a prisión perpetua para Néstor Aguilar Soto, principal acusado del crimen. La sentencia fue recibida con alivio y dolor por la familia de la joven, que atravesó un largo proceso judicial en busca de justicia.

Marcelo Gutiérrez, padre de Catalina, expresó sus sensaciones tras la decisión del tribunal. «Han sido ocho meses de tortura, porque el dolor y la tristeza de perder a una hija de esta manera es incomparable», afirmó en diálogo con VillaNos Radio

El hecho ocurrió cuando Catalina salió a jugar al bowling con amigos, sin imaginar que uno de ellos la atacaría a traición. «Nunca tuvimos que pasar por tribunales, pero de repente nos encontramos ahí, enfrentando al asesino de nuestra hija. Son sensaciones muy desagradables que no quisiera que nadie más pase», agregó Marcelo.

Aguilar Soto fue condenado por femicidio criminis causa. Se trata de una figura penal de homicidio agravado por mediar violencia de género (femicidio) y por consumar el asesinato para ocultar otro delito y procurar impunidad. 

Durante el juicio, el imputado brindó una declaración que fue fuertemente cuestionada. «Fue un relato mentiroso, claramente preparado por la defensa. No tenía pruebas que sostuvieran lo que decía. Además, hizo una demostración absurda de cómo supuestamente la había estrangulado, que no coincidía con las pericias», denunció Marcelo Gutiérrez.

A pesar del dolor, la familia de Catalina participó activamente en la marcha del 8M, exigiendo justicia y visibilizando la violencia de género. «Nos sumamos sin ninguna bandería política, sino con el deseo de concientizar para que no sucedan más femicidios. Agradecemos el apoyo de colectivos como Ni Una Menos y de toda la sociedad«, señaló el padre de la joven.

Finalmente, dejó un mensaje para las familias y jóvenes: «Si en algún momento sienten que alguien los quiere manipular, controlar o aislar, que lo hablen con amigos, profesores, alguien de confianza. No podemos saber qué tipo de personalidad esconde una persona que aparenta ser inofensiva».

La familia Gutiérrez, aunque marcada por la pérdida, encuentra un mínimo alivio en la condena. «El dolor y la ausencia de Catalina estarán con nosotros toda la vida, pero al menos logramos que su asesino esté en la cárcel. Ese era nuestro objetivo», concluyó Marcelo Gutiérrez.