En el marco de la visita a Villa Carlos Paz, el secretario general de ATE Nacional, Hugo Godoy, hizo referencia a la situación del país tras los resultados de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. En este sentido consideró que las renuncias de algunxs funcionarixs puestas a disposición del presidente Alberto Fernández significaron “una segunda derrota”.
“El domingo tuvo una derrota a manos de los y las votantes el domingo y ayer (por el miércoles 15 de septiembre) tuvieron una nueva derrota producto de su propias carencias e impericia que nos llevaron a estar al borde de una crisis institucional, cuando lo que estaba esperando el pueblo argentino era que se tomen medidas para mejorar las condiciones de vida del pueblo. en vez de tomar medidas, se metieron en un riñadero”.
Opinó que lo central hoy pasa por fortalecer la unidad de los sectores populares. “Está en juego la elección de noviembre, pero principalmente las elecciones de 2023, que es cuando se define el proyecto de país y el modelo de desarrollo que se ofrecerá a la sociedad argentina”, dijo y remarcó: “De acá al 2023, el gobierno tiene que hacer todo lo que prometió en su campaña de 2019”.
En este sentido recordó que una de las grandes epopeyas que se había asumido era la de terminar con el hambre. “Convocó a la creación de un Consejo Multisectorial para terminar con el hambre, pero en marzo llegó la segunda pandemia y pareciera que se olvidó de esto. Puso el acento en la epopeya de la campaña vacunatoria, pero el hambre siguió creciendo”.
Sostuvo que es fundamental combatir el hambre, para lo cual es necesario definir un salario universal. “Hablamos de un piso de dignidad para el salario de todos los argentinos. Esto se puede lograr aumentando un punto más del presupuesto del Producto Bruto Interno. Le presentamos esta propuesta al presidente. Además, el Estado se tiene que poner a desarrollar obra pública y construir empresas que permitan que no se fuguen las riquezas y se inviertan en la producción y en la distribución equitativa, fortaleciendo el mercado interno”.
Expresó, además, que el gobierno demostró impotencia para ponerle un límite al aumento de precios. En este sentido consideró que el problema central de los precios no está en la góndola sino en la cadena de precios generado por lxs empresarixs.
“Ahí hay que meter a los cuerpos de delegados y a las organizaciones de trabajadores para saber cuál es la tasa de ganancia y de inversión de cualquier empresa, para lo cual es indispensable que los trabajadores tengamos derecho a participar de las ganancias de las empresas.
“Por otro lado, la gran cantidad de pequeñas y medianas empresas y del movimiento cooperativo que son tan importantes en la provisión de agua, de servicios telefónicos o de producción, tienen que estar sentados en una mesa para definir como se forma la cadena de valor. El Estado tiene que establecer mecanismos de control de precios con participación popular. Eso es algo a lo que el gobierno no se anima”.
En el análisis de la situación nacional Godoy señaló que “hay dos modelos sindicales en pugna en Argentina” y describió: “Hay un modelo sindical que es funcional al modelo económico dominante: se ponen al servicio del gobierno, pierden capacidad crítica, discuten y se enojan cuando no les dan los aportes de la obra social; pero nada dicen cuando echan trabajadores o cuando limitan la libertad sindical. “Hay otro modelo sindical que promueve la libertad y la democracia sindical. Eso es lo que somos nosotros, donde nos paramos desde la autonomía para expresar los pensamientos y las propuestas que tenemos como clase trabajadoras”.