El proyecto “Pajaritxs de la radio” abraza desde hace dos años a la comunidad educativa de Río Ceballos y Agua de Oro desde la transmisión de la radio comunitaria Curva de Salsipuedes. Consistió en la producción de un programa semanal en esa emisora, de una hora y media de duración.
Allí se compartían las producciones de niñxs de primero y segundo grado de la escuela primaria “Mariano Moreno”, de Villa Los Altos, en Río Ceballos y de quinto y sexto grado de la escuela primaria “9 de Julio”, de El Algodonal, en Agua de Oro. Ambos son establecimientos educativos rurales.
La conducción estaba a cargo de las cuatro docentes de esos cursos: Lorena Rodríguez, Flavia Moreira, Marisol González y Manuela Doliñski. Fue gestado como una herramienta para compartir las producciones de los alumnos durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) decretado en el 2020. Continuó durante el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO) del año siguiente.
“Este proyecto inició en junio del 2020. Era a un momento de encontrarnos sincrónicamente con los estudiantes y entre nosotras. Nos mantuvo en pie como docentes en esta soledad de la pandemia que teníamos. En ese momento, iba a ser por un mes”, contó a VillaNos Radio Flavia, docente de la escuela primaria “Mariano Moreno”.
Actualmente, se está organizando su inicio este 2022 en el contexto de la recuperación de la presencialidad plena en las escuelas.
La iniciativa surge a partir de una conversación entre algunas docentes y Patrizia Quaglia, comunicadora y operadora técnica de radio Curva. “Como estaban generando material sonoro a través del WhatsApp le pregunté a Marisol que les parecía si lo compartíamos en la radio. Hubo que darle forma a la idea y decidimos ir a la radio para emitirlos”, recordó Patricia.
“Fue una idea muy espontánea que germinó en las seños de una manera increíble y maravillosa. Además, fue expeditivo. El primer viernes de junio estábamos en el aire. Todo se construyó comunitariamente con las familias”, valoró.
Así comenzó una experiencia que conectó a decenas de estudiantes y sus familias, directivos de dos instituciones, comercios, emprendimientos e instituciones de la zona.
“Ante la propuesta de clase los chicos nos mandaban audios que empezamos a editar y a pasar por la radio tratando de que las voces de los chicos y chicas fueran protagonistas de ese programa. Nosotras hicimos solamente un trabajo de presentación de esos audios y de difusión de los programas”, explicó Flavia.
A partir de las primeras emisiones en junio de 2020, la respuesta fue una onda expansiva de apoyo y redes solidarias para aportar al proyecto. “A través de las voces de los chicos y chicas se hizo un vínculo muy hermoso y grupal desde la radio. Participaron escuelas de Córdoba, La Granja y así de diferentes localidades”, aseguró la seño Lorena.
El lema que guía la propuesta es “Me escucho, te escucho y nos escuchamos”. En ese sentido, Mónica Soria, directora de la escuela “Mariano Moreno”, definió al programa como “un hallazgo, un descubrimiento, un salvavidas en plena pandemia”.
“Escuchar los pajaritos era volver a sentir la grupalidad lo comunitario. Empezaron a sumarse más y más familias, incluso desde otras provincias. Fue contundente a nivel emocional y, por otro lado, nos permitió descubrir todas las potencialidades didácticas que tenía la radio en ese contexto del ASPO”, destacó.
Se empezó a construir una comunidad de oyentes que incluyó a familias cordobesas y se amplió a familiares de otras provincias de lxs alumnxs. De esta forma, “se empezó a entramar y tejer este antiguo formato de la radio como una forma de encontrarnos, de un encuentro profundo”, subrayó.
Cada programa tenía una consigna. A los audios producidos por lxs chicxs sobre temas trabajados en la semana, se sumaba una invitación a las familias que colaboraban con premios para sortear.
Moira, maestra de artes visuales en la escuela de Río Ceballos, narró como se traducían las actividades escolares en contenido para el programa: “Fuimos transformando el caudal creativo que trabajamos en el aula desde las imágenes en historias relatadas desde la palabra para poner en marcha la imaginación de los oyentes”.
El objetivo no fue únicamente la incorporación del lenguaje radiofónico como una herramienta pedagógica en la escuela, sino promover la escucha y el intercambio entre lxs estudiantes.
“Se ponen en juego aprendizajes de todas las áreas, porque preparamos audios sobre matemática, literatura, lengua, arte, ciencias naturales y sociales que abrazan muchos campos de conocimiento”, describió Manuela.
“Durante el proceso de producción se construyen conocimientos relacionados a la oralidad individual y la escucha. También, están relacionados a prácticas de lectura y escritura para ordenar las ideas y, muchas veces, hacerlo en equipo. El trabajo en equipo aparece como una parte central de la producción”, detalló.
Cada emisión del programa se desarrolló de manera articulada con el trabajo didáctico en un contexto de aislamiento. A partir de la apertura de la circulación lxs alumnxs pudieron habitar el estudio de la radio. De esta manera se fue incrementando la motivación y la participación activa de lxs niñxs, además del involucramiento de las familias.
“Enormes transformaciones hemos notado de los estudiantes. Logran una síntesis, mejoran las ideas y hay un trabajo colaborativo que es increíble. Escucharse y verse en los videos es una vivencia que no tiene igual, ni hablar de las visitas a la radio”, opinó Leni, como balance de estos dos años de trabajo.
“Ha sido una experiencia maravillosa. El hilo que une todo esto tiene que ver con la comunicación de lo propio y el reconocer la palabra del otro”, remarcó Moria.
En el marco de la semana de la memoria, lxs alumnxs recuperaron las historias de sus familias durante el Terrorismo de Estado ejercido por la última dictadura cívica, eclesiástica y militar.
“El Día de la Memoria se conmemora porque en 1976 hubo una dictadura militar que fue la última. En ese momento, secuestraron a muchas personas que pensaban diferente a las personas que tenían mucho poder, en realidad que pensaban diferente en temas políticos”, expresó Ona de 5to grado de turno tarde de la escuela “Mariano Moreno”.
La producción implicó un diálogo intergeneracional para poder reconstruir la historia de cada familia y vincularla con la memoria colectiva sobre el accionar genocida.
“Me gustó hacer los audios, porque supe más cosas que me contó mi mamá sobre mi Tío Roberto”, sumó Juana. “Primero nuestra mama nos contó y después llamamos a nuestra abuela y nos contó más”, añadió su compañera.
Con este trabajo, la escuela pública reafirma una vez más su compromiso con las políticas de memoria, verdad y justicia en nuestro país. “Hay muchas familias con personas desaparecidas o, como en mi caso, que somos hijos de exiliados. Es un tema que nos toca muy de cerca”, concluyó Flavia.
El resultado de todo este trabajo se puede escuchar en el aire de VillaNos Radio FM 100.7 y otras radios comunitarias de Sierras Chicas: Curva (Salsipuedes) y Nexo (Villa Allende).