Novena marcha nacional contra el gatillo fácil: “Justicia es que no pase nunca más” 

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Por noveno año consecutivo, las calles de Córdoba capital se llenaron de banderas, remeras y enormes carteles con los rostros de cada unx  de los jóvenes asesinadxs por la policía de la provincia de Córdoba. 

La marcha partió, como todos los años, desde la céntrica esquina de Colón y General Paz. Pero esta vez, tuvo un recorrido diferente: el destino final de la protesta fue el edificio de Tribunales I.

“En estos años de lucha ante tanta desigualdad hemos aprendido que el gatillo fácil no es violencia institucional, ¡ES REPRESIÓN ESTATAL! Es por la lucha incansable, que se lograron cinco juicios por asesinatos policiales en lo que va del año y una elevación a juicio para octubre. Pero no nos conformamos, porque las condenas siguen siendo bajas en la mayoría de los casos. 

“En cada juicio se nota la impunidad y la complicidad judicial. Claro que entendemos que las perpetuas logradas este año se deben a procesos de lucha y organización que llevan muchos años, muchas lágrimas y mucho cansancio. Pasaron siete años desde la última condena a perpetua, en el juicio de Güere Pellico, para volver a tener una condena de tal magnitud. ¿Acaso no hubo otras personas asesinadas por el Estado? ¿Acaso no hubo otros casos de Gatillo Fácil? ¡Claro que hubieron! Pero la Justicia decidió mirar una y otra vez para otro lado. Además, entre la mayoría de los casos hay cientos de causas archivadas, no se investiga a los asesinos, pero sí a las víctimas y sus familias, muchos fallos judiciales dejan libres a los policías asesinos, con condenas excarcelables o mínimas, para que en pocos años vuelvan a vestir uniforme y se sigan llevando las vidas de nuestrxs pibxs.”, denunciaron desde la Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil, la organización que sigue siendo motor de esta movilización. 

Y concluye con un contundente mensaje: “No hay nunca más, con más y más casos de gatillo fácil. Por eso venimos a reclamar hoy acá, porque justicia no son sólo los juicios, justicia es que no pase nunca más!!!”. 

Romina Ludueña, tía de Rodrigo Sánchez, asesinado el 19 de septiembre de 2015 por el policía Lucas Gastón Carranza, es una de las referentes del espacio. En diálogo con VillaNos Radio sostuvo que desde la Coordinadora hablan de represión estatal porque se trata de “asesinatos sistemáticos”. 

“Esto va más allá de una institución policial. El estado es cómplice de la violencia y es responsable. Son crímenes de Estado, cada 17 horas asesinan a un pibe a lo largo y a lo ancho del país. Hay responsables políticos, un poder judicial cómplice, los medios hegemónicos que no escuchan a las madres de las víctimas”, describió.

Paola Guaisman, mamá de Braian (asesinado el 02 de mayo de 2015) marchó en el día de su cumpleaños e insistió con su mensaje de fortaleza a la madres que siguen reclamando en fiscalías y Tribunales que se llegue a la verdad y se condene a los policías involucrados en los crímenes. 

“Estuve en la primera marcha. Hoy es la novena y sigo acá, por más que a mi causa la cerraron a los 8 meses de que mataron a mi hijo. Sigo apoyando a familiares nuevos porque, lamentablemente todos los días tenemos un pibe tirado en la calle por una bala policial. Esta marcha para mí es un encuentro entre familiares, donde nos abrazamos y nos damos aliento”, dijo.

Laura Cortez, mamá de Franco Amaya (asesinado el 22 de febrero de 2017 en Villa Carlos Paz) marchó junto a su hermana Brenda y su sobrina Kala, de un año y medio. Es la sexta marcha de la que participa y consideró que la movilización es un espacio donde pueden libremente alzar la voz. “Venimos a pedir justicia, ya que no nos escuchan en fiscalía y en Tribunales. Levantamos la voz y caminamos por la calle pidiendo justicia. Queremos que sepan qué es lo que hizo la policía, porque mucha gente no lo sabe”, expresó. 

Activistas, militantes sociales y políticos y vecinos en general se sumaron también a la movilización. Tal es el caso de Vanesa, integrante de La Garganta Poderosa, quien hizo referencia a la situación que está pasando en barrio Los Cortaderos, donde en los últimos años la policía ya mató a tres jóvenes. “Al ser un barrio tan chico, es muy fuerte que nos maten a los pibes. Hay una conmoción muy grande en el barrio”, dijo.

Julieta marchó con su hija Lola de 7 años, quien dijo sentirse “emocionada, intrigada y lista para marchar”. Julieta sostuvo que lleva a su hija a esta movilización para inculcarle la toma de conciencia sobre la importancia de este reclamo social. “Esta es una lucha para la seguridad de su futuro. Ella ya ha participado en otras marchas. Sobre ésta, le hemos contado que han muerto muchas personas por razones injustas”, explicó Julieta y agregó: “Venir con ella a mí me representa la libertad. Quiero asegurar que en el futuro ella pueda vestirse como quiera y ser lo que quiera ser”.