Agosto es definido como el mes de las infancias. Y a mediados de este mes se dio a conocer un relevamiento de UNICEF advirtiendo que un millón de chicos y chicas en Argentina se van a dormir sin comer.
El informe precisa que en Argentina hay “3,3 millones de hogares en donde viven casi 7 millones de chicas y chicos”, y que “un 90% dejó de comprar leche, carnes y otros lácteos”, mientras que “más de 1 millón de chicas y chicos tuvieron que saltearse una comida diaria (desayuno, almuerzo, merienda o cena) por falta de dinero (7,4% del total). Entre las personas adultas, esta situación es aún más severa: un 30% tuvieron que saltearse una comida”.
Además, Unicef reveló que, en el primer cuatrimestre de este año, un 52% de los hogares debió dejar de comprar algún alimento por falta de dinero, lo que representa una suba del 11% por sobre el mismo período de 2023. Además, un 23% tuvo que dejar de comprar algún medicamento y un 32% debió reducir controles médicos u odontológicos.
En paralelo, los datos del Indec procesados por el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina señalan que la pobreza alcanzó al 54,9% de las personas en el primer trimestre de 2024, un aumento de 9,7% respecto al último trimestre de 2023, mostrando el impacto de la devaluación y el ajuste de shock implementados por el gobierno de Javier Milei. En la comparación interanual, respecto al primer trimestre de 2023, la suba fue de 16,2 puntos.
En paralelo, la indigencia alcanzó al 20,3% de las personas en el primer trimestre de 2024, una suba de 5,7 puntos respecto al cuarto trimestre de 2023 y de 11,4 puntos respecto al primer trimestre de 2023. En total, unos 23 millones de pobres, de los cuales 8,4 millones son indigentes.
Justamente, en las infancias (0 a 17 años), la pobreza alcanzó en el primer trimestre de 2024 al 70% (una suba intertrimestral de 7,3 puntos), y la indigencia al 30,8% (una suba intertrimestral de 6,5 puntos), según señaló el ODSA de la UCA a partir del Indec.
En ese contexto, la tarea de merenderos y comedores comunitarios toma una dimensión clave al atender urgencias humanas como lo es la alimentación.
VillaNos Radio realizó un relevamiento en comedores y merenderos de Villa Carlos Paz. Todos coinciden en que, en muy pocos meses, la demanda ha aumentado exponencialmente.
“La verdad es que la necesidad es muy grande. Este año hemos notado lo mal que estamos económicamente. tenemos censadas 187 personas, entre niños y adultos mayores. Tenemos 19 adultos mayores que van y retiran la comida o comen en el merendero”, expresó Silvia Suarez, responsable del merendero Solecitos Naranjas, que funciona desde hace 15 años.
El merendero Frutos de Esperanza tiene tres años de existencia. Aldana Barroso, impulsora del espacio, detalló que este año agregaron una olla popular cada 15 días para atender la necesidad de las y los vecinos. “La empezamos a hacer en marzo porque la situación era complicada. No había trabajo y decidimos empezar. Pensábamos hacerla, pero más cerca del invierno”, dijo y precisó que al merendero concurren 20 familias y del total asistentes 50 son niñxs.
La particularidad de nuestra región es que muchos merenderos se sostienen con la solidaridad vecinal. Algunos logran constituirse con personería jurídica y demandar al Estado recursos para atender la demandas, pero la respuesta nunca ha sido satisfactoria. Así lo contó Daniela Abregú, responsable del merendero Madre Tránsito de Cabanillas, que funciona hace 9 años.
“En 9 años, de parte del Ministerio de Desarrollo Social sólo recibimos una vez y fue como hace 7 u 8 años. Y hace dos años colaboró Ministerio de Desarrollo Social de la provincia donando zapatillas. Del municipio nunca recibimos aportes”, expresó y detalló que al lugar asisten 50 chicxs.
En la capital provincial, el nivel de organización es mucho más fuerte. De hecho, varias organizaciones sociales en articulación con sectores de la UNC y de la iglesia, han conformado la Mesa por la declaración de Emergencia Alimentaria y Nutricional de Córdoba. Señalan que en Córdoba, en 5 de cada 10 familias, algunos de sus integrantes dejan de desayunar, cenar o almorzar por falta de recursos.
“Desde que asumió el nuevo gobierno nacional, lo primero que hizo fue sacarle el alimento a los comedores. nunca más recibimos ni siquiera un paquete de fideos”, detalló Bea Silvera, integrante de la asamblea de barrio Yapeyú de la Poderosa.
El gobierno de Milei y sus cómplices provinciales y municipales convierten a la crueldad en política pública. Ante eso solo queda resistir apelando a viejos recursos que tiene nuestro pueblo: solidaridad y organización.
