Un ciervo exótico en Carlos Paz: alerta por la expansión de fauna introducida

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La aparición de un ciervo Axis en Villa Carlos Paz la semana pasada generó sorpresa y una amplia repercusión en la comunidad. Se trata de una especie originaria del sudeste asiático —India, Sri Lanka y Nepal—, que no pertenece de manera natural a los ecosistemas cordobeses. El ejemplar fue finalmente rescatado por la Policía Ambiental con la colaboración del municipio y trasladado a la Reserva Tatú Carreta, en Casa Grande.

Para comprender el trasfondo de este curioso hallazgo, VillaNos Radio dialogó con María del Rosario Ahumada, veterinaria integrante de la Reserva Tatú Carreta, quien brindó detalles sobre la intervención y el estado actual del animal.

“Nosotros en el Tatú trabajamos como centro de rescate de fauna silvestre desde hace varios años”, explicó Ahumada. “Colaboramos frecuentemente con la Policía Ambiental en la captura y sujeción de fauna, como pumas, jabalíes, y en este caso, un ciervo. La captura fue realizada con dardos anestésicos, un procedimiento que requiere entrenamiento específico”, detalló.

El ciervo fue trasladado a un predio de 60 hectáreas donde viven otros ejemplares en condiciones de semi-libertad. “Es un espacio donde los animales están en buenas condiciones de bienestar”, aseguró.

Un animal exótico con historia en Argentina

Más allá del espectáculo que generó el hallazgo, persiste la pregunta central: ¿cómo llegó un ciervo Axis a Villa Carlos Paz? La respuesta no es sencilla.

“No sabemos a ciencia cierta de dónde salió”, admitió Ahumada. “Sabemos que esta especie fue introducida en Argentina entre 1928 y 1930 con fines cinegéticos, para cotos de caza privados en la provincia de Buenos Aires. Al no tener predadores naturales, se adaptaron muy bien y se reproducen con facilidad”.

Hoy, hay poblaciones establecidas en varias provincias del país y en algunos casos, como Corrientes, ya ha sido declarada plaga. “Estos ciervos compiten con especies nativas, les transmiten enfermedades y ocupan sus territorios”, advirtió la especialista. También confirmó que ya se habían reportado avistamientos en la ciudad de Córdoba, incluyendo en Ciudad Universitaria y barrio Corredor.

¿Mascota o animal libre?

En cuanto al ejemplar encontrado en Carlos Paz, Ahumada descartó que haya sido una mascota: “Era un animal asustadizo, sin señales de haber estado bajo manejo humano. Es poco probable que haya estado en una casa, aunque no se puede descartar del todo”.

El animal presentaba algunas lesiones menores en la boca producto del estrés y la huida, pero fue tratado y liberado en la reserva para minimizar el impacto.

Consultada sobre el comportamiento de los animales silvestres en contextos urbanos, Ahumada vinculó esta tendencia con el avance humano sobre los espacios naturales. “Durante la pandemia, la ausencia de personas permitió que los animales ganaran terreno. También nos hizo observar más nuestro entorno y notar presencias que antes pasaban desapercibidas”, explicó.

Sobre el caso de los zorros, cada vez más visibles en zonas urbanas, señaló: “Los zorros grises se han adaptado a los ambientes periurbanos. Aprovechan restos de comida, alimento de mascotas e incluso la basura”.

La advertencia: no alimentar ni domesticar

La especialista fue enfática al hablar sobre el vínculo entre las personas y la fauna silvestre: “Lo que tenemos que hacer es que la fauna silvestre siga siendo silvestre. No hay que alimentarlos. Su dieta natural no es la comida balanceada de perros o gatos. Además, pueden contagiarse de enfermedades como moquillo o sarna, que son casi imposibles de tratar en animales silvestres”.

Finalmente, Ahumada subrayó la necesidad de comprender que compartir espacios con fauna nativa o exótica tiene consecuencias: “Los riesgos existen para ambos lados: para nosotros y para los animales. Lo mejor es observar sin intervenir”.