Miguel Siciliano: “Votar a Natalia de la Sota es votar a favor de Milei”

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El jefe del bloque Hacemos Unidos por Córdoba en la Unicameral y tercer candidato a diputado de Provincias Unidas, Miguel Siciliano, afirmó en VillaNos Radio que la postulación de Natalia de la Sota divide el voto opositor y favorece al oficialismo libertario. Defendió a Provincias Unidas como la “fuerza del interior productivo” y pidió dar la discusión del modelo de país más allá de la grieta.

El legislador provincial Miguel Siciliano, jefe del bloque Hacemos Unidos por Córdoba y tercer candidato a diputado nacional por Provincias Unidas, entró fuerte al debate sobre las candidaturas peronistas en la provincia. En diálogo con VillaNos Radio sostuvo que la postulación de Natalia de la Sota no solo es “un proyecto personal”, sino que —aseguró— termina siendo funcional al oficialismo de Javier Milei por fragmentar el voto que podría enfrentarlo.

Siciliano fue tajante al analizar el impacto electoral de la candidatura: “Votar a Natalia de la Sota es votar a favor de Milei. Su proyecto personal es funcional al oficialismo.” Aunque expresó afecto personal hacia De la Sota, explicó la lógica política: si ella baja, dijo, buena parte de su electorado migraría a la lista de Provincias Unidas y no a la de Milei. “¿A quién le sirve que ella sea candidata? A Milei. Porque divide a quienes podrían enfrentarlo en Córdoba”, planteó.

Una propuesta desde el interior

El legislador defendió el carácter inédito de Provincias Unidas: “Es la primera vez en la historia que gobernadores e intendentes de todas las fuerzas, desde el interior, llevan una propuesta al centralismo porteño. Es un hecho revolucionario.” Recordó la amplitud del armado —gobernadores radicales, del PRO, justicialistas y más de 1.100 intendentes— y lo definió como la expresión política del interior productivo.

Contra la falsa dicotomía

Siciliano rechazó la lectura reduccionista del panorama político (“no te comas el verso de que tenés que votar al kirchnerismo o a Milei. Hay una alternativa”) y propuso en cambio un programa centrado en la producción, la educación y la ciencia.

Su tesis: la universidad pública no es solo movilidad social sino una palanca productiva. “La universidad pública es movilidad social ascendente, es oportunidad. Pero además es modelo productivo: un país con más ingenieros, arquitectos, médicos, es más productivo. Desconocer esto es una estupidez”, dijo.

Recordó además el rol técnico de organismos como el INTI y el INTA: “No son romanticismo, son producción. Gracias a ellos los productores agropecuarios mejoran sus semillas y sus rindes, y los industriales certifican para exportar. Eso es trabajo y desarrollo.

Planteó asimismo la necesidad de ordenar la balanza comercial sin criminalizar al consumidor: “La gente no tiene la culpa de comprar un par de zapatillas en una página china. El problema es que el Gobierno no regula la balanza comercial. Tenemos que permitir importar lo que necesitamos —como software aplicado a la industria—, pero proteger lo que podemos producir acá.”

Para Siciliano, la elección es la oportunidad de debatir el modelo de país: industrialización, universidad y ciencia aplicada como ejes para producir empleo y desarrollo.

Críticas a Milei y a la dinámica política previa

Si bien cuestionó al presidente —“Milei odia la casta, pero se llenó de casta”—, Siciliano también ubicó responsabilidades en el kirchnerismo por empujar un escenario que facilitó la irrupción de la ultraderecha: “El kirchnerismo se peleó con el sector productivo, con el campo, con los industriales, fundió el Estado y generó inflación con emisión descontrolada. Esa implosión del sistema político llevó a que muchos votaran a Milei.”

Gobernabilidad con límites

Sobre la relación con el gobierno nacional, Siciliano explicó la postura de su espacio: acompañar la gobernabilidad cuando sea loable, y poner límites cuando las medidas afecten derechos o instituciones. “Dar gobernabilidad no significa votar barbaridades. Cuando quiso desfinanciar la universidad pública, lo votamos en contra. Cuando desfinanció el Garrahan, lo votamos en contra.”

Un Congreso para discutir en serio

El legislador dejó claro su estilo: frontal pero enfocado en contenidos, no en insultos. “Soy grandote, bravo, me apellido Siciliano. Pero no creo en la violencia discursiva. El grito déjaselo a los que quieren distraer. Nosotros queremos ir al Congreso a dar discusiones en serio, no a discutir estupideces.”

La apuesta territorial y el llamado final

Siciliano cerró con una mirada estratégica: ganar en Córdoba y Santa Fe puede forzar cambios de rumbo en la Casa Rosada. “Si logramos ganar Córdoba y Santa Fe, vamos a obligar al presidente a escuchar.” Y subrayó la urgencia de presentar un proyecto productivo que ponga en el centro la industria, la universidad y la ciencia como motor del desarrollo.

Fuente: La Jornada Web