Desde abril, el hospital de La Falda —centro de referencia del norte del Valle de Punilla que atiende a unas 45.000 personas— mantiene cerrado su quirófano y el servicio de obstetricia debido a la falta de pago a los anestesistas. Así lo denunció Viviana Pedraza, vecina de La Falda e integrante del grupo Vecinos por Punilla, quien aseguró que la situación sanitaria “ya es insostenible”.
“El hospital La Falda cerró quirófano y obstetricia debido a la falta de pago a anestesistas. Esto afecta a miles de vecinos del centro norte del valle”, explicó Pedraza. El conflicto se agravó por la ausencia de respuestas concretas. “El municipio dice una cosa, la gobernación dice otra, y en el medio estamos los vecinos, sin quirófano y sin obstetricia”, señaló en diálogo con VillaNos Radio.
Pedraza relató que desde hace meses los vecinos se organizaron para participar en audiencias públicas y solicitar explicaciones a las autoridades. Sin embargo, afirmó que las instancias de diálogo fueron “simulacros”.
“Pedimos audiencia pública y nos la negaron. Lo que hicieron fue una especie de simulacro, donde además querían aumentar el bono del hospital a 30 mil pesos. Imaginate, si necesitás cinco especialistas, son 150 mil pesos en un día”, describió.
La mujer también denunció recortes salariales y condiciones laborales precarias para el personal del hospital. “Apenas ocurre esto, se baja automáticamente un 30% del sueldo. Muchas mujeres son sostén de familia y cobran con 90 días de retraso y en cheques”, aseguró, y añadió que “el personal está amenazado y no puede hablar”.
En julio, durante la tradicional Fiesta del Tango, el municipio firmó un convenio con una clínica privada para derivar partos, lo que fue interpretado por los vecinos como un paso hacia la privatización del sistema de salud local. “Todo parto va a ir a parar a una clínica privada que paga la municipalidad, pero solo para gente de La Falda. Si una mujer de Huerta o de Valle Hermoso necesita atención, tiene que derivarse a Funes”, explicó Pedraza.
La vecina apuntó que el costo de reabrir el quirófano ronda los 30 millones de pesos, aunque “no se sabe dónde están los números”. Además, criticó la falta de apoyo político de otros municipios del corredor: “No hay voluntad política de ningún intendente”.
Ante la falta de soluciones, los vecinos se organizaron en el colectivo Vecinos por Punilla, desde donde gestionaron pedidos de informes a la Legislatura provincial. “Tuvimos reuniones con legisladores y se aprobó un pedido de informes sobre la situación de los partos en Punilla. Pero seguimos sin respuestas”, afirmó Pedraza.
Mientras tanto, el personal del hospital continúa en asambleas y denuncia demoras en el pago de haberes. “Hace dos meses que no cobran y encima les descuentan por hacer asambleas, que es un derecho constitucional”, señaló.
El grupo invita a la comunidad a seguir sus actividades a través de la página de Facebook Vecinos por Punilla, donde publican información sobre las próximas acciones y actualizaciones del conflicto sanitario que mantiene en vilo al norte del Valle de Punilla.