El Equipo Argentino de Antropología Forense recibió por primera vez el premio Otilia Argañaraz 

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En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos realizó este una jornada de conmemoración y revindicación que incluyó actividades culturales en la Plaza San Martín y culminó con la primera entrega del premio Otilia Argañaraz, que distinguió al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) por su trayectoria y aporte a la memoria, la verdad y la justicia.

La jornada comenzó con la tradicional ronda de los organismos de derechos humanos en la plaza San Martín, que funcionó como punto de encuentro para iniciar las actividades. Allí se desarrolló un festival cultural con la participación de la cantante cordobesa Guadalupe Gómez, la agrupación Tango por la Memoria y la Murga Rosedal, del barrio Alberdi, como anticipo del acto central que luego tuvo lugar en el Archivo Provincial de la Memoria.

El premio Otilia Argañaraz fue creado por la ley provincial 10.504 y es entregado por el Ministerio de Desarrollo Humano, la Comisión Provincial de la Memoria y los Espacios de Memoria de Córdoba. Si bien la norma se sancionó en 2017, fue la primera vez que se entregó el galardón. En este caso, la entidad elegida fue el EAAF, en función de su labor en la identificación de víctimas del terrorismo de Estado en Argentina y en distintos países del mundo.

Durante el acto, Soledad García, integrante de la Asociación de Ex Presos Políticos de Córdoba, destacó la importancia de la continuidad de las investigaciones en el ex centro clandestino La Perla y el rol del equipo forense. “La Perla va a seguir esa búsqueda y tenemos que hacer todo lo posible para que siga en las mejores condiciones de todo tipo y también presupuestarias”, señaló.

Por su parte, la ministra de Desarrollo Humano, Liliana Montero, remarcó el significado histórico del 10 de diciembre para la Argentina. “No es una fecha en el almanaque, sino que significa para la Argentina una fecha bisagra en nuestra historia”, expresó, y agregó que ese día marca “el inicio de un proceso democrático cuya línea de partida es la dignidad humana”.

Montero advirtió que el país atraviesa “el período de mayor retroceso de ese pacto histórico” construido en torno a los derechos humanos, pero resaltó el valor del trabajo del EAAF: “Ellos hicieron de la ciencia una ética. Donde hubo silencio, pusieron memoria, reconstrucción de identidades y la posibilidad de elaborar el duelo”.

Tras recibir la estatuilla, Carlos Vullo, director del Laboratorio de Genética del EAAF, expresó su emoción por el reconocimiento. “Me recuerda la primera identificación que hicimos acá en Córdoba. Estábamos azorados de haber podido identificar a un primer argentino sin pedir ayuda internacional”, recordó.

Vullo destacó el crecimiento del equipo y su proyección internacional: “Montamos un laboratorio que con orgullo está en Córdoba y nos largamos a caminar el mundo tratando de devolver identidades usando las letras del ADN”. Sobre el trabajo en La Perla, explicó que el proceso será extenso: “Son centenas de muestras, todas pequeñas, y eso es un desafío enorme para la genética”.

Finalmente, sintetizó el sentimiento compartido por el equipo: “Orgullo, orgullo, orgullo”, dijo, y reconoció el trabajo colectivo: “Sin el aporte incansable de todos y todas, no sería posible devolver identidades y reescribir nombres”.

La entrega del premio Otilia Argañaraz se consolidó así como un nuevo espacio de reconocimiento impulsado por los organismos de derechos humanos, en una jornada que volvió a poner en el centro la memoria, la verdad y la justicia.