«El ajuste no solo afecta a la educación, sino que también pone en riesgo el desarrollo científico y la soberanía tecnológica del país»

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El ciclo lectivo 2025 en las universidades nacionales comenzó con un paro de 48 horas, los días 17 y 18 de marzo, en reclamo por el ajuste presupuestario y la pérdida del poder adquisitivo de los docentes. La medida de fuerza se enmarca en un contexto de crisis que afecta tanto a la educación superior como al sistema de ciencia y tecnología en Argentina.

En Córdoba, la Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (ADIUC) advirtió sobre la gravedad de la situación. «Nosotros ya hemos garantizado exámenes y cursos de ingreso en todas las unidades académicas, pero queremos expresar nuestra preocupación ante un escenario que es aún más crítico que el del año pasado», señaló Leticia Medina, secretaria general adjunta del gremio.

El reclamo central de la docencia universitaria se basa en la falta de actualización salarial acorde a la inflación. «El gobierno se jactó de haber frenado la inflación, anunciando un 2,2% en los primeros meses del año, pero a los docentes y no docentes de las universidades nos otorgó un aumento del 1 y del 1,2%, lo que nos deja con una pérdida salarial de más del 40%», explicó Medina en diálogo con VillaNos Radio.

Según los cálculos del gremio, para recuperar el poder adquisitivo de noviembre de 2023, antes del cambio de gobierno, sería necesario un aumento del 37% en los salarios.

Además del reclamo salarial, los docentes alertaron sobre la crisis presupuestaria en las universidades. «El ajuste sigue avanzando: el año pasado el recorte fue del 24%, y este año se suma un nuevo ajuste del 27% sobre el presupuesto universitario», agregó la dirigente.

La falta de recursos impacta directamente en la calidad educativa, la investigación y el funcionamiento de los laboratorios y equipamientos tecnológicos. «Cuando no hay presupuesto para insumos, cuando los equipos se deterioran y no hay fondos para renovarlos, la enseñanza y la investigación se ven seriamente afectadas», advirtió. 

El desfinanciamiento también alcanza a instituciones clave del sistema científico y tecnológico, como el INVAP, la CONAE, el INTA y el INTI, que trabajan en conjunto con las universidades y son fundamentales para la transferencia de conocimiento al sector productivo. «El ajuste no solo afecta a la educación, sino que también pone en riesgo el desarrollo científico y la soberanía tecnológica del país», remarcó Medina.

A pesar de las masivas movilizaciones de 2024 en defensa de la educación pública, el gobierno nacional no ha dado respuestas favorables. «El año pasado logramos una enorme movilización con apoyo popular, pero el gobierno sigue profundizando el ajuste. Ahora el desafío es mantener la articulación con la sociedad y demostrar que no vamos a retroceder en la defensa de la universidad pública», enfatizó la referente de ADIUC.

En este marco, la comunidad universitaria se reunió en una concentración frente al Pabellón Argentina, con la participación de docentes, estudiantes y autoridades académicas. «Necesitamos que la universidad en su conjunto tome un rol más activo en este conflicto. Hay muchas cuestiones que pueden resolverse dentro de la institución y queremos que el Consejo Superior y el Rectorado reactiven la mesa de negociación paritaria local», sostuvo Medina.

El paro y las movilizaciones marcan el inicio de un año de lucha para la comunidad universitaria, que enfrenta el desafío de sostener la educación superior pública en un contexto de ajuste y recorte presupuestario. «Las universidades están llamadas a jugar un papel clave para frenar estas políticas de ajuste. Vamos a seguir defendiendo la educación pública, la ciencia y la soberanía nacional», concluyó la dirigente sindical.