Villa Carlos Paz atraviesa días de fuerte conmoción tras la difusión pública de dos denuncias por presunto abuso infantil ocurrido en el Jardín de Infantes Niño Dios. Aunque la presentación judicial fue realizada en mayo, el caso tomó estado público recientemente y derivó en movilizaciones frente a la institución educativa y frente a Tribunales para exigir avances en la investigación.
Florencia, una de las madres denunciantes, aseguró que después de siete meses no han recibido respuestas claras por parte de la Justicia. “Seguimos, en teoría, sin respuestas. No nos dicen nada”, afirmó en diálogo con VillaNos Radio y precisó que, según su abogado, “se labraron algunos oficios, pero todavía no están aprobados, así que tenemos que seguir esperando”.
La mujer relató que la denuncia se originó el 19 de mayo. “Cuando la retiré del jardín le cambié la bombacha y tenía un sangrado”, expresó. La niña fue llevada al hospital, donde una pediatra activó un protocolo por posible abuso. “Ahí se erradicó la denuncia y empecé con todo yo”, explicó.
Florencia fue especialmente crítica con el accionar judicial inicial. “No están trabajando desde el primer momento como dicen”, sostuvo, y agregó que durante meses no contó con patrocinio legal: “Pedí un abogado de oficio y me dijeron que no me lo podían dar”. En ese sentido, remarcó el impacto emocional de la situación: “Uno vive con incertidumbre, con dolor; a veces no duermo de pensar y de estar angustiada”.
El caso se vinculó luego con otra denuncia presentada por una segunda madre del mismo jardín. Según explicó Florencia, el contacto surgió a partir de coincidencias en los relatos de ambas niñas. “Hay coincidencias muy fuertes en las dos nenas”, señaló. La otra menor, dijo, comenzó a expresar lo ocurrido a través de sueños y relatos, mientras que su hija “habló con el cuerpo”. “No es idea nuestra que nos levantamos un día y queremos estar viviendo todo esto; estamos escuchando a nuestras hijas”, enfatizó.
Las familias también cuestionaron duramente la falta de acompañamiento por parte de la institución educativa. “Ninguna autoridad vino y me dijo ‘sentate, vamos a hablar, está todo a disposición’”, afirmó Florencia.
En particular, reclamó sin éxito acceder a las cámaras de seguridad del establecimiento. “Lo único que a mí me deja tranquila son las cámaras”, sostuvo, y relató que desde la institución le respondieron que no podían mostrarlas. “Me dijeron que las cámaras no se pueden mostrar porque resguardan la intimidad de otros niños”, explicó, y añadió que tampoco le confirmaron si habían sido revisadas internamente pese a la denuncia.
“Es una locura que me digan que no las vieron teniendo una denuncia de esta magnitud”, expresó, y cuestionó al representante legal del colegio: “Me duele esta boludeada, porque es el único colegio en el que confié y dejaba a mi hija”.
Actualmente, las denuncias se tramitan en dos fiscalías distintas —la Fiscalía 3 y la Fiscalía 2— y las familias solicitaron su unificación. “Dicen que van a esperar las pericias para eso, pero primero tienen que aceptar las pericias”, indicó Florencia.
Familiares y vecinxs se movilizaron frente a Tribunales para reclamar esclarecimiento y celeridad. “Éramos pocos para la cantidad que tendríamos que haber sido”, lamentó, y advirtió: “Hay niños que no se pueden defender. ¿Quién los defiende?”.
Las madres adelantaron que continuarán con las protestas. “La idea es seguir marchando y seguir pidiendo que avancen”, afirmó Florencia, quien cerró con un pedido central: “Queremos que se escuche a las nenas y que se le dé la importancia que merece”.
