El colectivo de Mujeres de la COOPI se manifestó este lunes en las inmediaciones del Estadio Arenas, donde se desarrollaba la entrega de los premios Carlos, con el objetivo para seguir visibilizando la defensa de la institución y los puestos de trabajo dignos.
Trabajadoras de la COOPI y de la Cooperativa El panal junto a familiares de trabajadores (esposas, madres, hermanas, hijas) expresaron con carteles, globos y banderas su rechazo al traspaso del servicio de agua al municipio sin que haya objeciones a la calidad del servicio y sin dar garantías de continuidad a los puestos de trabajo que hoy sostiene la COOPI.
“Trabajadoras de la COOPI en defensa de nuestras dignas fuentes laborales”, “señor intendente: merecemos ser escuchadas”, “el agua no es un negocio, es un derecho”, “la COOPI no se vende”, “con las fuentes de trabajo no se juega”, “no al maltrato, la difamación y la violencia por parte del gobierno municipal”, “Sr. Intendente sepa que está ejerciendo violencia de género”, decían algunos de los carteles.
La protesta se mantuvo, pese a la lluvia y al hostigamiento policial que buscaba que las mujeres se retiren del lugar.
“Estoy atravesando esta situación con muchos nervios, como todos. Pero soy optimista y creo que la municipalidad no se podrá hacer cargo”, expresó una trabajadora de la cooperativa El Panal.
“Trabajo hace 17 años en la COOPI y estamos acá, todas juntas, para no permitir que esta injusticia se lleve a cabo. Vamos a defender la institución y nuestros puestos de trabajo”, expresó Carolina Vidal.
“Estamos sufriendo la violencia, la difamación y el maltrato del intendente”, dijo la esposa de un trabajador de la COOPI y remarcó: “Estamos con mucha angustia y dolor. Todos los días tenemos que estar pensando qué pasará para organizar nuestro día a día. Les pido al gobernador y al presidente que escuchen y no tiren por la borda 57 años de una institución que sí funciona”.