El secretario general en Córdoba de SADOP, Gerardo Bernardi, dialogó con VillaNos Radio sobre la presencialidad en las escuelas. El dirigente comenzó haciendo un balance de lo que fue el ciclo lectivo 2020 y reconoció que se “padeció la virtualidad”. Entre otras cuestiones, detalló que la jornada laboral se extendió más de lo previsto para lxs docentes privadxs y que “las horas extras no fueron reconocidas”.
“La educación es una experiencia social y afectiva, y esto no se da en la virtualidad”, consideró. Sin embargo, sostuvo que la presencialidad debe evaluarse considerando la situación sanitaria. “Tenemos absolutamente claro que primero está el derecho a la vida y la salud”, expresó.
En este sentido hizo hincapié en la necesidad de acelerar el cronograma de vacunación que al día de hoy no llega al 40% de lxs docentes cordobeses; mientras que otras provincias como Santa Fe o Misiones tienen vacunados al 95% del personal. En esa línea afirmó que desde el gremio ponen en tela de juicio la gestión de la pandemia y las decisiones que está tomando el gobierno provincia.
Cuestionó que dentro de los nuevos protocolos para mantener la presencialidad esté la ventilación cruzada, señalando que esto también puede afectar la salud de docentes y estudiantes. “De alguna manera, no nos estaremos enfermando de Covid, pero sí padeceremos las enfermedades respiratorias propias de la época invernal. En un punto estamos planteando que no habrá abrigo o frazada que nos sirva. Si estas tiritando, no hay forma que puedas aprender”, manifestó.
El gremio ha sugerido a lxs empleadorxs de educación privada de las escuelas confesionales católicas que se tomen medidas complementarias como establecer un horario de ingreso más tarde, entregar infusión caliente, incorporar las pausas activas, presencialidad en días alternos y no obligatoria. “Tenemos que seguir trabando en las medidas diariamente porque, obviamente, nadie ha encontrado la receta todavía. Creo que la receta la vamos a encontrar cuando despoliticemos la pandemia y entendamos que esta es una situación que nos afecta a todos”, expresó.
Consultado sobre si en las escuelas privadas se está cumpliendo con los protocolos y proveyendo a lxs docentes del equipamiento necesario, Bernardi respondió que, en términos generales, si pero que desde el arranque del año se encontraron con algunas dificultades.
“La activación de protocolos no tiene un criterio uniforme en todas las escuelas”, dijo y detalló que, en el comienzo del año, cuatro de cada diez docentes tuvieron que proveerse de las máscaras, barbijo y alcohol en gel. “Las herramientas de trabajo deben ser provistas por el empleador y eso es algo que seguimos demandando, mas considerando que esos elementos se tienen que reponer”, detalló.
En este sentido cuestionó que tengan que ser lxs propios educadorxs quienes se tienen que proveer de las medidas de seguridad e hizo hincapié en el dato de que el personal docente de Córdoba se encuentra bajo la línea de la pobreza. “Seguimos por debajo de la línea de la pobreza. Estamos 10 mil pesos por debajo. La línea de pobreza está hoy en 57 mil pesos y un docente recién iniciado cobra 47 mil pesos. Eso es un dato no menor”, remarcó.