El 13 de marzo de 2015 fue una jornada macabra para Villa Carlos Paz. El mismo día y con apenas horas de diferencia, dos cadáveres fueron hallados en distintos accesos del Cerro de la Cruz, uno de los paseos turísticos más visitados de la ciudad.
Andrea Castana (35) era buscada desde hacía dos días. El 11 de marzo de 2015 dejó a sus hijos en el colegio y comenzó una caminata hasta la cima del Cerro de la Cruz en Villa Carlos Paz. Cuando empezó a descender por el sendero, fue atacada. Dos días después de una intensa e irregular búsqueda, su cuerpo fue hallado sin vida con signos de agresión sexual a pocos metros de la estación número nueve del Vía Crucis.
Hernán Sánchez (32) estaba desaparecido desde el 19 de diciembre de 2014. Su familia reclamó a las autoridades municipales, provinciales e incluso nacionales, que se desarrolle un operativo de búsqueda. Nunca fueron escuchados. El cuerpo de Hernán apareció de manera fortuita, en el marco del operativo desarrollado para encontrar a Andrea.
Los hechos sumieron a la población de Villa Carlos Paz en una sensación de inseguridad y desconcierto. De manera masiva -se calcula que unas 5 mil personas marcharon los días subsiguientes-, la gente salió a reclamar el esclarecimiento de ambos crímenes.
Sin embargo hoy, familiares y amigos levantan en soledad la voz para seguir reclamando justicia.
Macarena López Salvans y Nadia Corzo, amigas de Andrea, participaron de la Radio Abierta del 8M de VillaNos Radio y reflexionaron sobre la lucha que llevan adelante para lograr justicia.
“Ni lágrimas nos quedan. Es todo tan aberrante que nos da mucha bronca. La justicia nos gana por cansancio. Perdimos a nuestra mejor amiga de una manera espantosa y brutal y no sabemos qué pasó. No podés cerrar un ciclo, porque no sabemos qué pasó”, dijo Macarena, a lo que Nadia agregó: “No queremos llegar a un año diez, pero en el año diez no nos vamos a callar. No perdemos la esperanza de que en el transcurso de este año se resuelva”.
En el caso de Andrea, las últimas novedades se registraron a fines del año pasado, cuando se confirmó que el asesino ya había atacado anteriormente a otras mujeres en el Cerro de la Cruz.
La persona atacante tiene una cicatriz en el labio, hoy sería una persona de 42 a 50 años, con una altura que oscila entre 1.75 o 1.80 metros, tez trigueña y buen estado físico. Se trata de alguien conocedor del cerro y la huida siempre la emprendió a través de lo que se conoce como “el camino de los burros”.
En febrero, en tanto, se conoció la noticia de que el FBI intervendrá para analizar las muestras de ADN que se extrajeron del cuerpo de Andrea para buscar relaciones parentales en bancos genéticos que cuentan con unos 50 millones de muestras colectadas en todo el mundo. “Lo que se hace es que, a partir del linaje materno, poder determinar la identidad del asesino. Esto abre muchas más posibilidades de las que tenemos actualmente. Es un análisis específico que se hace en Estados Unidos. Después de un pedido a la Fiscalía General, ellos han avanzado en esta negociación y hemos tenido una respuesta favorable para que tomen intervención”, dijo la abogada de la familia, Daniela Pavón, en diálogo con VillaNos Radio.
El crimen de Hernán, por su parte, está mucho más estancado. Vale recordar que a mediados del 2017 se dio a conocer que el fiscal Ricardo Mazzuchi pretendía cerrar la investigación concluyendo que se trató de un suicidio. La familia Sánchez se enteró de esta noticia a través de los medios de comunicación, no recibieron un aviso formal de la fiscalía. Desde ese momento apelaron la decisión y siguen a la espera de una respuesta por parte del Tribunal Superior de Justicia de la provincia.
Hoy la familia ni siquiera tiene un contacto fluido con su abogado representante, Carlos Nayi. “Hace años que no hablamos con el abogado. La causa está parada, lo cual es una buena noticia para los asesinos, que deben estar muy tranquilos”, expresó Jesús Sánchez, papá de Hernán.
El hombre sostuvo que lo único que anhelan es poder juntar el dinero para sacar a Hernán de la morgue, para poder sepultarlo. “Tenemos que hablar con alguna empresa de sepelio para poder sacar el cuerpo y llevarlo a un cementerio. Queremos darle descanso”, dijo con resignación.