El Refugio Cura Brochero cerró por falta de apoyo, pero busca reabrir para seguir asistiendo a quienes más lo necesitan

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El Refugio Nocturno Cura Brochero, que desde 1998 brinda contención a personas en situación de calle en Villa Carlos Paz, cerró sus puertas el pasado 1 de marzo debido a la falta de voluntarios y recursos. Así lo confirmó Alicia Barrigó, referente de la institución, en una entrevista con VillaNos Radio, donde expresó su preocupación por la creciente crisis social y la falta de respuestas oficiales.

Según explicó Barrigó, el refugio no solo requiere colaboradores para tareas básicas como cocina y limpieza, sino también voluntarios para la admisión y el acompañamiento de quienes llegan en situación de vulnerabilidad. “La situación social es cada vez más complicada, y una institución como esta debería estar en manos de profesionales. Nosotros hacemos lo que podemos, pero hay límites”, afirmó.

El cierre del refugio también responde a un contexto más amplio. “La falta de respuestas y de lugares para derivación agrava el problema. Además, el consumo y la venta de drogas están en aumento en todos lados, y Villa Carlos Paz no es la excepción. Todo esto nos desbordó y, al no recibir respuestas oficiales, decidimos cerrar y replantearnos cómo continuar.”, sostuvo.

Falta de respuestas municipales y gestiones con la provincia

Barrigó reveló que, previo al cierre, intentaron comunicarse con distintas áreas del municipio de Villa Carlos Paz, pero no obtuvieron respuestas concretas. “Hace unos días presentamos una nota formal solicitando una audiencia, pero seguimos sin respuesta. Ni un ‘sí’ ni un ‘no’”, lamentó.

En contraste, destacó que sí lograron establecer diálogo con el gobierno provincial gracias a la intervención de la dirigente carlospacense Mariana Caserio, actual vicepresidenta del Ersep. Como resultado, se reunieron con el secretario General de Desarrollo Social, Paulo Cassinerio, quien mostró interés en gestionar ayuda. “Desde ahí creemos que puede venir una solución. Necesitamos fondos para mejorar las condiciones de trabajo de los encargados y evaluar la contratación de un profesional que nos ayude a abordar estas situaciones tan complejas”, explicó.

Intento de reapertura parcial

A pesar del difícil panorama, desde la institución trabajan para reabrir parcialmente el refugio en los próximos días. “La idea es volver a abrir, al menos para dar de comer. Creemos que la semana que viene podríamos retomar en alguna medida”, adelantó Barrigó.

En su última etapa operativa, el refugio brindaba la cena a unas 60 personas por noche, tanto de manera presencial como a través de viandas. Además, asistía con bolsones alimentarios a una veintena de familias y ofrecía alojamiento a 16 varones y hasta seis mujeres.

Actualmente, el municipio otorga un subsidio de 800 mil pesos mensuales a la institución, destinado principalmente al pago del alquiler y algunos servicios básicos. Sin embargo, la falta de un abordaje integral por parte del Estado sigue siendo una de las principales preocupaciones. “No hay políticas públicas para atender este problema en ningún nivel. Las personas en situación de calle son expulsadas del sistema y nadie se preocupa por reinsertarlas”, concluyó Barrigó.