Una jornada de reflexión y aprendizaje sobre la dictadura cívico-militar, la historia local y la importancia de mantener viva la memoria
Estudiantes de 6ºB del IPEM 365 René Favaloro visitaron la Casa para la Memoria de la Cooperativa Integral, en el marco de un proyecto educativo de cátedra compartida sobre memoria y derechos humanos, coordinado por las docentes Cecilia Aguiló (Producción en Artes Visuales) y Roxana Becerra (Lengua y Literatura).
Desde marzo lxs estudiantes vienen trabajando con la novela “La casa de los conejos”, de Laura Alcoba. “Los chicos realizaron una fotonovela a partir de la lectura, y como cierre nos pareció fundamental vincular esa experiencia con un espacio de memoria en nuestra ciudad”, explicó Aguiló.
Durante la visita, lxs jóvenes recorrieron el espacio, vieron el documental “Los dinosaurios también pasaron por Carlos Paz”, hicieron un registro fotográfico y escribieron cartas a Silvia Graciela Suárez, militante montonera que está desaparecida desde el 10 de enero de 1976.
“Llegamos a las 10 de la mañana, primero nos contaron la historia de Silvia y cómo fue el juicio para recuperar la casa. Después nos dividimos en grupos: uno vio la película y el otro estuvo conversando afuera”, relató Ailín Sinclair, estudiante del curso.
Para muchos, fue la primera vez que tomaron contacto con la historia reciente de Carlos Paz. “Nunca pensé que la dictadura había pasado también acá. Me puso la piel de gallina ver el video y pensar que nuestros propios padres o abuelos lo vivieron”, compartió Luciana Ludueña.
La escritura también fue un momento central de la jornada. “Nos pidieron escribirle a Silvia o a su familia. Yo les hablé de que todavía es recordada, de que no se olvida fácil aunque haya pasado el tiempo”, contó Katia Molina Brown.
Por su parte, Francisco Peralta, otro de los alumnos, agregó: “Quise preguntar cómo vivieron esa época las personas con discapacidad. Y al final escribí: si ven una flor, no la corten. Una flor puede ser el alma de quienes ya no están”.
La Casa para la Memoria de la COOPI es un espacio recuperado por la Cooperativa Integral, tras una larga batalla judicial. La vivienda le fue apropiada ilegalmente a la familia de Silvia Graciela Suárez, tras ser secuestrada y desaparecida. Hoy el lugar es punto de encuentro para reivindicar su memoria y su lucha por un mundo mejor.