En el marco de un ciclo de visitas radiales y del trabajo conjunto con el Punto Mujer San Antonio de Arredondo, estudiantes de quinto año del IPEM 348 “Gabriel García Márquez” participaron de un espacio en la radio para compartir las experiencias surgidas de los talleres que desarrollan junto a la institución y sus docentes.
Aymara Baldasare, Azul Tulian, Nathán Salgado, Alma Díaz Gigena, Milagros Silva y Tiziano estuvieron en el estudio de VillaNos Radio contando de la propuesta.
Acompañados por la profesora Claudia Macaroff, docente de Psicología y Formación para la Vida y el Trabajo, y por Paula Gaitán, integrante del equipo técnico del Punto Mujer, lxs jóvenes dialogaron sobre estereotipos de género, emociones y vínculos en la adolescencia.
“Desde principios de año venimos trabajando con Punto Mujer en talleres sobre los problemas que tenemos los adolescentes y cómo afrontarlos en la sociedad actual”, contó Aymara. “Hablamos sobre la violencia de género, la desigualdad, los miedos y los anticonceptivos”, agregó.
Uno de los ejes centrales fue el de las emociones y los mandatos sociales. Para Nathán, el taller permitió visibilizar cómo los varones también enfrentan presiones culturales: “Nos cuesta mucho expresar los sentimientos, llorar, decir que estamos mal. Pensamos que si lo hacemos somos débiles o menos hombres. Pero estaría bueno que los hombres podamos hablarlo, llorar y saber que si llorás está bien, que te desahogás”.
Desde el grupo de chicas, Azul compartió una reflexión sobre los miedos cotidianos: “A nosotras más que nada nos da inseguridad el tema del físico. Te da miedo salir a la calle por miedo a que te griten o te pase algo. Es algo que vivimos casi todos los días”.
Los talleres también permitieron hablar de empatía y expresión emocional. “Nos enseñaron que las emociones son muy importantes y que no hay que reprimirlas —señaló Alma—. A veces pensamos que nos van a juzgar, pero aprendimos que expresarlas no está mal”.
Por su parte, Milagros destacó el valor del intercambio grupal: “Nos enseñaron la empatía, a ponernos en el lugar del otro, incluso en situaciones de personas trans o de quienes temen ser juzgados por su entorno. Aprendimos a escuchar y a entender sin juzgar”.
Desde el Punto Mujer, Paula Gaitán explicó que el trabajo busca acompañar a las escuelas en la Educación Sexual Integral desde un enfoque participativo:
“Nuestro objetivo es fortalecer lo que la escuela ya viene haciendo, pero con dispositivos más lúdicos, que ayuden a desinhibir. Que les chiques puedan decir lo que piensan sin sentir que serán evaluados. Buscamos que identifiquen qué es propio, qué es impuesto socialmente y cómo pueden expresar sus emociones de forma genuina”.
La profesora Claudia Macaroff, por su parte, valoró los avances dentro del aula: “Todavía están muy internalizados los mandatos sociales —reconoció—, pero estos espacios permiten que los chicos empiecen a hablar. Al principio los varones estaban callados, pero de a poco fueron animándose”.
Otro de los temas que atravesó el debate fue el impacto de las redes sociales. “En Instagram o TikTok todos muestran lo bueno, y te terminás comparando”, comentó Azul. “Eso te baja la autoestima, te genera ansiedad y te hace depender de la aprobación de los demás”.
Nathán sumó su mirada desde el lado de los varones: “También sentimos esa presión. Vemos a los tiktokers con cuerpos perfectos o con ‘levante’, y queremos ser iguales. Nos genera inseguridad y la obligación de ir al gimnasio o aparentar algo que no somos”.
Para varios de lxs estudiantes, estos espacios no solo sirvieron para reflexionar sino también para transformar la convivencia en el aula. “Nos permitió conocernos más, hablar entre nosotros, generar confianza”, resumió Alma. “Antes no hablábamos tanto, ahora cuidamos más lo que decimos y entendemos mejor lo que siente el otro”.
Finalmente, Paula Gaitán destacó que trabajar colectivamente abre nuevas posibilidades: “Cuando pensamos en grupo, siempre aparecen más caminos. La idea es que sepan que no están solos, que hay profes, familias y espacios como el Punto Mujer donde pueden recurrir si algo les angustia o preocupa”.
Así, entre risas, anécdotas y reflexiones profundas, lxs estudiantes del IPEM 348 mostraron que hablar de emociones, empatía y género no solo es posible, sino necesario para construir vínculos más sanos, igualitarios y conscientes.
