“No somos desechos, tenemos derechos”: Córdoba marchó por la salud mental

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Este viernes 31 de octubre a las 17 horas, en la esquina de Colón y General Paz, Córdoba capital fue escenario de la 12ª Marcha por el Derecho a la Salud Mental. Bajo el lema “No somos desechos, tenemos derechos”, la convocatoria visibilizó las deudas pendientes del Estado en la implementación plena de la Ley Nacional de Salud Mental.

“Los ejes son los mismos que venimos sosteniendo en todos estos años de lucha”, explicó Maximiliano Mignacca, integrante de la Mesa de Trabajo en Discapacidad y Derechos Humanos, en diálogo con VillaNos Radio. “Tienen que ver con el cumplimiento de las leyes de salud mental, con mayor presupuesto y todo lo que eso implica”, remarcó.

La movilización, que se realiza desde hace doce años en Córdoba, apuntó no sólo a exigir políticas públicas efectivas, sino también a interpelar a la comunidad. “La marcha es una manera de exigirle a los gobiernos que se hagan cargo, pero también de hacer responsable a la sociedad, de echar lazos entre las personas usuarias, las personas con discapacidad y la comunidad”, sostuvo Mignacca.

Uno de los temas centrales sigue siendo el proceso de desmanicomialización, cuyo plazo de implementación estaba previsto para 2020. Sin embargo, ese objetivo aún está lejos de cumplirse. “Todavía falta el desarrollo de casas de medio camino y de acompañamientos profesionales que permitan vivir en comunidad fuera del encierro”, advirtió el referente.

En estos doce años, la Marcha por el Derecho a la Salud Mental ha logrado consolidar su identidad dentro del movimiento social cordobés. “Creo que hemos generado una identidad propia. La marcha ya está en el inconsciente colectivo: se sabe que en algún momento del año se va a realizar. Lo importante es eso, generar conciencia en la comunidad”, reflexionó Mignacca.

El militante también destacó la fuerza colectiva que sostiene la continuidad del reclamo: “La realidad muestra egoísmo y violencia, pero la militancia te hace pensar con esperanza. Tenemos claro que el camino es la lucha, aunque lleve años”.

En la previa, los colectivos que integran la organización realizaron talleres y jornadas de confección de carteles. “Para mí es una manera de bajar la ansiedad, de generar otras situaciones dentro de la reunión”, contó Maximiliano.

Si bien Córdoba es una de las pocas provincias con una marcha sostenida en el tiempo, el objetivo es que la experiencia se replique. “No hay tantas marchas en el país, pero creemos que si seguimos alimentando este movimiento, puede crecer en otras provincias”, señaló.