Marcos Bracamonte es vecino de Cuesta Blanca. Desde hace más de 20 años es cuidador de la vivienda que la casa del Niño el Padre Aguilera tiene en esa localidad.
Tras el fallecimiento del sacerdote en 2009, quedó al frente del cuidado de la vivienda, asumiendo el pago de impuestos y servicios, evitando el remate de la propiedad en dos oportunidades.
Ahora la entidad reclama la devolución de la propiedad y ha librado una orden de desalojo. “La misma Casa del Niño que me acogió cuando era chico, ahora me deja en la calle sin nada con toda mi familia”, expresó el vecino en diálogo con VillaNos Radio.
En la vivienda hoy habitan 13 personas. Bracamonte dijo que no está claro el fin que la Asociación Civic quiere darle ahora a la propiedad. “Si es para albergar chicos discapacitados, la casa no está apta para eso. Además, no tienen cuidadores. Por lo que sé, chicos judicializados ya no tienen más”, afirmó el hombre que también ha solicitado la intervención de las autoridades de la Comuna para evitar quedar en la calle.