Una casa abierta a la cultura, en temporada  

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Conocer un lugar durante las vacaciones implica no solo recorrer y retratar sus paisajes sino también poder descubrir las expresiones culturales que lxs habitantes de ese lugar generan. Qué temáticas despiertan interés, que les moviliza, qué les conmueve, con qué recursos buscar despertar la carcajada, qué mensaje se les da a las infancias. 

En tiempos donde las marquesinas de teatro de la ciudad son ocupadas por compañías llegadas desde Buenos Aires, poder contar con un espacio que cobije las producciones de artistas locales y de nuestra región, sigue siendo clave para diversificar los mensajes y apostar a la pluralidad. Justamente con ese sentido la Cooperativa Integral volvió a abrir las puerta de la Casa de la Cultura para brindar una alternativa cultural en estas vacaciones de verano. Y decimos “volvió” porque es sabido que la pandemia y el conflicto que las autoridades municipales generaron contra la COOPI, afectaron su funcionamiento.  

Con una grilla variada construida colectivamente junto a organizaciones culturales de la zona, durante enero y febrero hubo propuestas para toda la familia, con entrada libre y a la gorra. El puntapié inicial lo dió el Corredor Escénico de Artistas e Investigadorxs (CEA) de Punilla, que el 04 de enero dio comienzo al ciclo de Teatro de Verano, con una programación que incluyó propuestas dirigidas a niñxs y a público general e incluyó espectáculos de títeres, teatro, narración oral y danzateatro.

El ciclo se desarrolló en ocho localidades del corredor Punilla. En Villa Carlos Paz, la Casa de la Cultura de la COOPI fue sede de expresiones escénicas que pudieron disfrutarse todos los jueves de enero y febrero a las 21:30 horas.

“Creo que el primer objetivo del ciclo, que fue poder ir construyendo o reconstruyendo público tras la pandemia y las dificultades particulares que ha tenido cada espacio, fue cumplido. Fue muy desafiante. La primera semana estuvimos arrancando y tratando de combinar el funcionamiento de estos ochos espacios en Punilla, lo cual no fue fácil. A eso se suma la participación de 16 grupalidades locales yendo a presentar sus espectáculos. El ciclo fue creciendo semana a semana y podemos decir que logramos ir construyendo un público”, destacó Micaela Suárez, actriz de la colectiva teatral Eventuales y una de las impulsoras del CEA Punilla. 

Además, destacó la oportunidad que significó para las diferentes grupalidades llevar sus espectáculos a las diferentes localidades. Vale decir que hubo funciones en el Salón Leopoldo Marechal de La Falda; en el centro cultural Ingeniero Pérez de Tanti, en la Feria de Cabalango, en el Espacio Zamora de Cosquín, en el museo La Loma de Los Cocos, en el microcine Sala Caraffa de La Cumbre y en el Espacio Kraff de Estancia Vieja. 

“Poder ir circulando por los diferentes espacios, conocer a otres compañeres y su propuesta artística y compartir cómo se gestiona un espacio cultural, también fue muy positivo. Sentir que hay una red de colegas que nos estamos abrazando en el trabajo escénico es muy lindo. poder compartir las miradas profesionales, es muy bueno”, valoró Micaela. 

En ese sentido, también ponderó la articulación con las radios comunitarias de la provincia, que fueron claves en la difusión de la propuesta. “Todas estas redes y vínculos que se fueron creando y consolidando a lo largo de este ciclo fueron de las cosas más lindas que logramos hacer”, destacó la artista y remarcó que el objetivo a mediano y largo plazo es que “la actividad teatral en sí misma pueda ser sustentable”. 

Vale señalar que el CEA Punilla viene trabajando desde el año pasado. Se comenzó haciendo un mapeo de grupalidades que tengan que ver con las artes escénicas y espacios culturales que estuvo a cargo del colectivo MuMi Mujeres Migrantes. “La idea es trabajar de modo bien horizontal y colectivo”, destacó la narradora Jimena Fernández, que estuvo presentándose en la Casa de la Cultura de la COOPI con su espectáculo Palabras Andantes, junto al docente y músico local César Vera.

Silvia Cerón, actriz e integrante del elenco “Teatro de Todos”, valoró las posibilidades de comunicación y de integración social que genera el arte. El grupo presentó la obra “Un viaje a Marte” y está compuesto por personas con padecimientos mentales y usuarios de salud mental. “Hacemos que los integrantes del elenco se vinculen con el resto de la sociedad ofreciendo un poco de nuestro arte”, enfatizó la actriz. 

Por su parte, el humorista Emanuel Rodriguez volvió con su show de “Peroncho” completamente renovado. “Estoy muy contento de volver a la COOPI, prácticamente un segundo hogar para Peroncho. Me emociona mucho y obviamente estoy con toda la expectativa de una temporada que entiendo será más o menos normal, después de todo lo que sabemos: la pandemia, la cuarentena, los regresos a medias”, expresó Emanuel en la previa al espectáculo.

Circo en Escena y una apuesta hacer temporada 

Desde hace 15 años que la agrupación Circo en Escena impulsa el Festival Internacional de Circo en Córdoba. Se trata de un evento que reúne a elencos nacionales e internacionales donde se programan funciones en salas de teatro, bibliotecas populares, espacios públicos y se dictan seminarios de formación intensiva. 

La organización está integrada por personas que trabajan en compañías de circo y teatro, colectivos, salas y espacios de formación en carácter de artistas, docentes, técnicas, hacedoras y productoras de las artes escénicas en general y del circo en particular. 

Lucila, Telma y Mailen forman parte de la agrupación. En una entrevista con VillaNos Radio afirmaron que es la primera vez que harán temporada en Carlos Paz y que esto es todo un desafío. “Para Circo en Escena esto es una novedad porque somos una organización que gestiona un festival internacional de circo todos los años, en septiembre, en la ciudad de Córdoba y en algunos lugares del interior. La organización se dedica fundamentalmente a organizar y gestionar el festival. Por eso decimos que es una novedad, porque es la primera vez que haremos un espectáculo para una temporada”, expresó Lucila.

“El festival comenzó con la idea de llevar el circo callejero a las salas. Después, esos objetivos mutaron y el festival ya desborda. Trabajamos en salas, bibliotecas populares, espacios barriales en el interior. Es una organización abierta que nos une”, destacó Telma.   

A lo largo de enero y febrero, estuvieron presentando el espectáculo “En viaje”, una experiencia en la que tres personajes de mundos distintos juegan entre encuentros y desencuentros. Un viaje compartido con el público que fue una invitación a transitar lo impredecible. 

Todos los espectáculos que se brindaron en la temporada fueron con entrada libre y a la gorra. Para lxs diferentes artistas que se presentaron, la gorra significa la posibilidad de que sea el público el que defina el valor de la función. Para las integrantes del Circo en Escena, la gorra “es una filosofía, una forma de compartir y formar espectadores”.

Se termina febrero y la sensación es de satisfacción. El hecho de abrir las puertas de un espacio cultural, volver a habitarlo, llenarlo de risas, de colores, de abrazos, de miradas y palabra compartida nos hace sentir vivos. Los desafíos son tan grandes como las ganas de seguir adelante, poniendo un espacio a disposición de la cultura popular, local y regional.