“El FBI se ha comprometido a acompañar esta investigación”, dijo la abogada de la familia de Andrea Castana

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La Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos, más conocido como FBI por sus siglas en inglés, ya interviene en la investigación judicial para el esclarecimiento del crimen de Andrea Castana, ocurrido en Villa Carlos Paz el 11 de marzo de 2015. 

A principios del mes de mayo, las muestras de ADN de la persona atacante extraídas del cuerpo de Andrea ya son analizadas por esta agencia para buscar relaciones parentales en bancos genéticos que cuentan con unos 50 millones de muestras colectadas en todo el mundo. Lo que se hace es que, a partir del linaje materno, poder determinar la identidad del asesino. 

“Las muestras llegaron a Estados Unidos el 5 de mayo. Ya están en el laboratorio que hará los análisis y a partir de ahí tenemos entre ocho y diez semanas para tener un resultado preliminar”, explicó a VillaNos Radio Daniela Pavón, representante de la familia de Andrea. 

Si se determina una coincidencia, lo que se hace es armar un árbol genealógico hasta dar con el autor del crimen. “Es un análisis de ADN mucho más amplificado que el convencional. Se hace en diferentes laboratorios y entre la semana 8 y la 10 tendremos algún resultado preliminar”, insistió.    

La abogada también habló de la reunión mantenida con el equipo de la Fiscalía N° 2, realizada el lunes 27 de mayo, donde subrayó que se siguen haciendo extracciones de ADN de manera voluntaria para determinar un parentesco ascendiente o descendiente de la persona atacante de Andrea. “Cualquier se puede acercar ahí. Hay días estipulados donde va un equipo de genética y realiza las extracciones. Las muestras sólo se toman solo para esta causa”, aclaró y remarcó: “Lo que se busca con esto es cruzar información hasta lograr dar con el parentesco del autor del crimen”. 

Pavón recordó que la persona que atacó a Andrea ya lo había hecho antes y con el mismo modus operandi: en horas de la siesta, entre la estación 8 y 9 del Vía Crucis y ejerciendo mucha violencia sobre sus víctimas.

Hasta el momento son cinco las mujeres que denunciaron ataques similares ocurridos entre 2004 y 2015. El agresor tiene una cicatriz en el labio, hoy sería una persona de 42 a 50 años, con una altura que oscila entre 1.75 o 1.80 metros, tez trigueña y buen estado físico. Se trata de alguien conocedor del cerro y la huida siempre la emprendió a través de lo que se conoce como “el camino de los burros”.

“Creemos que esta persona puede haber actuado muchas veces más de las que tenemos denunciadas. Por eso llamamos a las personas que han sido víctimas a que se animen a denunciar”, dijo y remarcó: “Aunque no lo crean, el testimonio puede aportar mucho”. 

La abogada sostuvo que la familia de Andrea está recibiendo los movimientos en la causa “con mucha esperanza”. “Confiamos en obtener algún tipo de resultado. El FBI ha recibido el caso con mucha predisposición y se ha comprometido a acompañar esta investigación”, expresó.