El Club Solidario “De Mano en Mano” llevó adelante el pasado sábado 12 de julio una nueva jornada de colecta de alimentos y productos de higiene, con destino a diversos merenderos y organizaciones sociales de Villa Carlos Paz. La campaña logró un marcado incremento en las donaciones respecto a ediciones anteriores, gracias al compromiso sostenido de vecinxs y personas voluntarias.
En esta edición participaron los merenderos María del Tránsito Cabanillas, Mi Ángel de Luz, Panza Caliente, Frutos de Esperanza y Solecito Naranja, así como también el Refugio Cura Brochero y los referentes barriales Viviana y Darío, quienes continúan brindando ayuda pese al cierre de sus merenderos por falta de insumos.
Una jornada de trabajo comunitario y diálogo directo
Virginia Laje, referente del Club Solidario, destacó que en esta edición la modalidad fue, nuevamente, que quienes sostienen los merenderos estén presentes en la puerta de los supermercados recibiendo las donaciones. “Eso ayuda a que ellos se visibilicen dentro de la ciudad, en el marco del supermercado donde la gente compra habitualmente. Sin intermediarios, así como llega la mercadería a las manos del referente, esa misma noche o al otro día ya le están dando ese alimento o ese producto a quienes lo necesitan”, señaló.
“La gente puede colaborar, pero también puede conversar con quienes todos los días sostienen ollas, abren sus casas y acompañan historias. Eso también es un acto de solidaridad”, valoró en diálogo con VillaNos Radio.
La jornada se desarrolló en los supermercados Becerra, Disco, Cordiez y Buenos Días, con turnos de voluntariado entre las 10 y las 18 hs. En total, se recolectaron 1.575 productos, lo que representó un incremento del 35% respecto a diciembre de 2024 y un 10% más que la colecta de julio del año pasado, revirtiendo la tendencia a la baja de meses anteriores.
Una red que se fortalece a pesar del abandono estatal
Este año el Club Solidario cumple 10 años de trabajo ininterrumpido en red, articulando con merenderos, refugios e iniciativas vecinales. “Cuando empezamos pensábamos que esto iba a ser una colecta por tres o cuatro años y que iba a parar, pero lamentablemente cada vez hay más necesidades y menos ayuda. Algunos merenderos han tenido que cerrar, otros han reducido los días de atención”, explicó Laje.
Además, subrayó que “no hay políticas públicas ni provinciales, ni nacionales, ni municipales que contengan esta situación. Antes había por lo menos un intento de acompañamiento, pero hoy lo que vemos es desidia y maltrato”.
Laje fue enfática al afirmar que “los merenderos siguen sin reconocimiento de ningún tipo y que la gente en situación de calle es criminalizada en lugar de ser asistida”.
“Si no miramos, si nuestro corazón ya está duro y no nos afecta, basta con salir al shopping o dar una vuelta para ver la cantidad de gente durmiendo en la calle. Las frazadas tiradas en las costaneras no son para los perros, son para familias con niños”, advirtió con crudeza.
También cuestionó la falta de acción de instituciones religiosas y estatales ante las bajas temperaturas: “Nunca voy a entender cómo puede estar alguien afuera de una iglesia cerrada en pleno invierno. Me da vergüenza como católica”.
Un llamado a la empatía
A pesar de la crudeza del diagnóstico, Laje reafirmó el espíritu de la campaña: “Un paquete de arroz, un fideo, una lavandina… todo ayuda. Es una caricia al alma para quienes ayudan a los que más lo necesitan”.
De cara al cierre del año, el Club Solidario anticipa que en diciembre celebrarán su décimo aniversario, con el deseo de seguir sosteniendo esta red solidaria que permite, en palabras de Laje, “que entre los merenderos se miren, se acompañen y se ayuden entre sí, porque la necesidad en Carlos Paz también existe”.