La campaña de vacunación más importante en la historia de nuestro país está en marcha. Las vacunas representan la posibilidad de superar la pandemia del coronavirus. Pero se enfrentan a una profunda campaña de desinformación que ataca desde algunos sectores sociales opositores y antivacunas con los medios hegemónicos como parlante.
En ese contexto, el proyecto Vacunate lanzó la campaña “La mejor vacuna es la que te toca”, a través de una iniciativa que involucra a la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), a la Sociedad Argentina de Inmunología y al Conicet.
Vacunate es un proyecto de extensión universitaria integrada por un grupo de científicxs expertxs en inmunología con el objetivo de acercar información y disipar dudas sobre diferentes aspectos de la vacunación y su importancia para la salud pública.
“Damos información certera clara y concisa para derribar mitos e información errónea que hay circulando en medios de comunicación, redes sociales o internet. Queremos acercarnos a la gente y poder charlar y sacarles las dudas”, contó a VillaNos el Dr. Rubén Motrich, inmunólogo, profesor de la UNC, investigador del CONICET y ex Secretario de la Sociedad Argentina de Inmunología.
Desde el año 2020 se han enfocado en abordar la vacunación contra el Covid. Su cuenta de Instagram es Vacunate_arg.
Tiene varios años de trabajo de difusión en medios de comunicación y elaboración de material de interpretación sencilla para acercar información chequeada y confiable a la sociedad. Sus integrantes son especialistas inmunólogxs, becarixs investigadorxs de CONICET, son docentes de la Facultad de Ciencias Químicas y miembros de la Sociedad Argentina de Inmunología.
“La vacunación fue víctima de su propio éxito”, advirtió Motrich, porque al haber erradicado enfermedades y haber eliminado otras las generaciones más jóvenes desconocen las secuelas que generaban ciertas enfermedades que hoy son prevenibles por vacunación como la poliomielitis y el sarampión
“Con la pandemia la realidad nos vuelve a mostrar la importancia de la vacunación que es el segundo hito más importante en la historia de la salud, después de la potabilización del agua, porque ha ayudado a prevenir eliminar y erradicar enfermedades de la faz de la tierra”, explicó.
- ¿De qué manera nos protege una vacuna ante determinada enfermedad?
– Es bastante simple, una vacuna simula una infección natural. La imita con un microorganismo que está muerto o está vivo pero atenuado, es decir, con una parte que no puede causar la enfermedad. Al inocular una persona con eso el sistema inmune lo interpreta como si estuviera siendo infectado naturalmente y monta una respuesta inmune de células y linfocitos y anticuerpos de memoria que lo van a proteger.
Monta la misma respuesta inmune que si la persona se estuviera infectando con el microorganismo salvaje que produce la enfermedad. Esa inmunidad de memoria protege a la persona vacunada ante un futuro en el caso que se infecte con el microorganismo salvaje. Simulan que nos infectamos, pero sin causarnos la enfermedad.
- La vacuna contra el Covid tuvo un tiempo record de elaboración con respecto al desarrollo de otros medicamentos. ¿Cómo es el procedimiento de elaboración y cómo se garantiza que sea segura?
– Una vacuna es un medicamento biológico y todos los medicamentos están sometidos a distintas fases experimentales antes que sean aprobados para su uso o aplicación masiva en humanos. ¿Cuándo se autoriza? Cuando se demuestra que la vacuna es efectiva, pero sobre todo segura.
Esto se logra en ensayos experimentales de fase 1, 2, 3 y 4. En los de fase 1 se comprueba que sea eficaz y en los de fase 2 que tenga una seguridad buena o regular, pero se prueba en una cantidad de voluntarios pequeña o reducida. En los ensayos de fase 3 se amplía la cantidad de individuos que participan en el estudio y se suele incluir a personas que tienen otras patologías de diferentes edades y partes del mundo, porque la genética de ciertas poblaciones es diversa y responden distinto a la vacunación.
Si la vacuna sigue siendo eficaz y segura. Las entidades regulatorias de los distintos países la aprueban para su uso. Inmediatamente después de eso empieza lo que se denomina fase 4 de farmacovigilancia. Se está aplicando la vacuna, pero se sigue controlando que no llegue surgir un efecto adverso. Si llega aparecer se revisa y se puede retirar del mercado.
- ¿Cuáles son los plazos normales de elaboración de una vacuna?
– Los plazos normales para aprobar un medicamente son de 10 años. Somos testigos de una situación histórica record, porque en un año teníamos varias vacunas aprobadas. De 10 años se acorto a un año. Eso fue por muchas razones. Primero por la gran necesidad mundial. Segundo porque toda la aparatología y la infraestructura científica de los laboratorios del mundo se abocó a esa tarea y la inversión de dinero fue astronómica. Además, las agencias regulatorias aceleraron los plazos por la necesidad de contar una vacuna lo antes posible.
Las vacunas que se aprobaron son altamente eficaces y han demostrado ser muy seguras. La prueba más contundente es que se están aplicando en todo el mundo a gran cantidad de la población y no hay efectos adversos hasta el momento.
No previenen que una persona se infecte con el virus, pero si tienen la capacidad de prevenir que la persona desarrolle una enfermedad moderada o severa que ponga en riesgo su vida. Puedo llegar a infectarme y contagiar a alguien, pero un 99% de las personas vacunadas no van a desarrollar una enfermedad severa ni van a morir por Covid.
Eso es lo que se ha demostrado en los estudios de fase 3 y las estadísticas locales del Ministerio de Salud. Las personas vacunadas que enferman y mueren son el 0,5%. Por lo tanto, la vacunación, el distanciamiento y seguir usando el tapabocas son las mejores herramientas con las que contamos para seguir peleando a esta pandemia.
- En cuanto a las vacunas que hoy se están aplicando en Argentina, ¿cuáles son y que efectividad tienen?
– Argentina está usando tres vacunas que son de las mejore que hay. La Sputnik V que tiene una altísima eficacia y es muy segura. La Astrazeneca o Covishield que son la misma fórmula, nada más que una se fabrica en Inglaterra y otra en la India. También tiene una muy alta eficacia y seguridad. La Sinopharm es una vacuna China que luego de las dos dosis tiene una alta eficacia.
La que mayor eficacia tiene es la Sputnik V seguida por la Astrazeneca y Sinopharm. Las tres son de muy alta eficacia y muy seguras. La gente puede estar tranquila por cualquiera de las vacunas que le vayan a aplicar.
Hay que vacunarse para contribuir a generar la inmunidad de rebaño. Mientras más personas estemos vacunas y protegidas menos capacidad de transmisión del virus va a haber en la población y van a ir disminuyendo los casos.
Hoy estamos en una situación crítica en la provincia. Roguemos que lleguen más vacunas y se acelere el ritmo de vacunación para tener un alto porcentaje de la población inmunizada lo antes posible.
- En el caso de las tres vacunas que mencionaba, las tres se aplican en dos dosis. ¿Qué explicación hay para esta modalidad y si hay un determinado tiempo transcurrido entre una dosis y la otra se pierde algún grado de efectividad?
– Jamás se va a perder inmunidad de memoria tras la aplicación de alguna dosis de la vacuna. La inmunidad generada tras la primera dosis es como tener soldados entrenados, pueden estar descansando, pero van a estar todos presentes el día que tengan que pelear y van a mantener ese entrenamiento. La inmunidad que genera la primera dosis no desaparece por más que pase el tiempo, sobre todo con estas vacunas que han demostrado ser altamente eficaces.
Argentina tomó una decisión acertada copiando lo que ha hecho Inglaterra. Hay una escases mundial de vacunas, porque la capacidad de producción es limitada y la demanda es altísima. Los países más poderosos logran acaparar más vacunas, el 90% de la disponibilidad está en menos del 10% de los países.
Inglaterra vacunó con una dosis a la mayor cantidad de la población posible y retrasó la vacunación con la segunda para ir consiguiendo cierto grado de inmunidad en la población. A veces es mejor retrasar la aplicación de la segunda dosis. Cuando uno da una segunda dosis es un refuerzo y cuando no lo da tan cerca resulta en una respuesta más potente y eficiente.
Estudios en Inglaterra analizaron esto y observaron que el nivel de anticuerpos de quienes se aplicaron la segunda dosis tres meses después de la primera fue 3,5 veces mayor que aquellas personas que se la aplicaron luego de tres semanas.
¿Qué pasa si se retrasa un poco más? Quiere decir que la inmunidad memoria está latente y activa. Si doy una segunda dosis entre tres y cuatro meses después de la primera va a generar una respuesta inmune aún más potente.
- ¿Cuáles son los efectos adversos esperables?
– Los efectos son leves mínimos como dolor y enrojecimiento en el sitio de aplicación, fiebre, malestar y un estado pseudo gripal. A algunos los tira a la cama y tienen dolores musculares. Dura unas horas y al otro día la persona está recuperada. Eso significa que la vacuna está haciendo el efecto, que se está produciendo la reacción inflamatoria. Tener un malestar de unas horas para asegurarnos que vamos a estar protegidos de una infección potencialmente mortal como el Covid 19.
Surgieron algunos casos de trombosis asociados a la vacuna en un caso por cada 20 mil vacunados, extremadamente bajo. Menor a lo que se ve en personas no vacunadas. Todos los estudios han concluido que no tiene efectos adversos severos asociados, sino que son muy leves y transitorios luego de la aplicación.
- ¿Cuándo se comienza a desarrollar la inmunidad y cuánto tiempo perdura?
– Las vacunas no son mágicas es instantáneas. No es que me aplique la vacuna y estoy protegido ese día. La respuesta inmune tarda un tiempo en inducirse. Se conoce que al menos tres semanas son necesarias para que la vacuna induzca un buen título de anticuerpos neutralizantes que es lo que nos va a proteger contra la infección y el desarrollo de la enfermedad. Algunos estiman que una buena inmunidad de memoria se logra tras 40 días de la aplicación de la vacuna. Es por eso que hay que esperar y darle un tiempo.
Así todo estemos vacunados siempre tenemos que seguir manteniendo el distanciamiento y las medidas de prevención para evitar la propagación a nuestros semejantes.
Todos los estudios demuestran que la inmunidad sigue estando presente en altísimas cantidades por la eficacia que tienen estas vacunas y la respuesta inmune que se ha observado es de esperar que sean de muy larga duración.
A partir de la experiencia en Israel se estima que la inmunidad de rebaño en Argentina se obtendría con el 60 o 70% de la población vacunada. En ese sentido, es muy valiosa la producción nacional de la vacuna Sputnik V que comenzó este mes.
Nuestro país demostró tener capacidad tecnológica y de recursos humanos capaces de producir la vacuna localmente. A su vez, fue pionero en desarrollar vacunas como fue la de la fiebre hemorrágica argentina.
“Tenemos es un sistema científico muy vapuleado en el último tiempo, que viene con décadas de solides y es muy reconocido internacionalmente. Celebro que se esté produciendo la vacuna en nuestro país y eso va a acelerar la cantidad de personas vacunadas”, reconoció Motrich.
Hoy más que nunca la vacunación es un acto solidario de compromiso y responsabilidad social. Son una dosis de esperanza para regresar a la “nueva normalidad”. No sólo nos protegemos individualmente, sino que además aportamos a generar la inmunidad colectiva que nos protege como comunidad.