Por estos días escuchamos hablar de “pospandemia”, de “nueva normalidad”… pero ¿escuchaste o leíste algo referido a la “sindemia global”?
Con la intención de reflexionar sobre las causas que generaron la crítica situación sanitaria que atraviesa el mundo y analizar el momento actual de la pandemia, en el programa La Semilla -que se emite todos los martes a las 19:00 horas por VillaNos Radio-, el conductor Hernán Uanini entrevistó a Leonardo Rossi, periodista especialista en temáticas ambientales, autor del libro “Córdoba respira lucha” y coautor junto a Claudia Sarmiento del libro “Córdoba agroecológica”.
Allí el profesional sostuvo que por estos días se intenta instalar la idea de que estamos saliendo de la pandemia, pero que se trata más bien de definiciones del orden político partidario o sociológico y que tiene que ver con disputas de sentido por parte no solo de los gobernantes sino también de los medios de comunicación y de los formadores de opinión.
Remarcó que en el escenario prepandemia había alertas del deterioro ambiental y su impacto en la salud, pero que esto no solo no se modificó, sino que se agravó. “Hoy se postula a la vacuna como única solución, descuidando los factores estructurales que
hacen a la salud colectiva”, dijo y en su explicación incluyó el concepto de “sindemia global”.
“El concepto de sindemia nace en el campo de la antropología médica. Lo instaló Merrill Singer en Estados Unidos a mediados de la década del 90, pero tuvo un giro a principios de 2019 generando un alto impacto y me parece que esa es la verdadera riqueza de estos términos cuando tienen productividad política. Esto se da a partir de una publicación en la revista británica The Lancet.
“Allí retoman este concepto que habla de dos o más problemáticas sanitarias coexistentes en una población y le dan un giro para comenzar a hablar de sindemia global de obesidad, desnutrición y las problemáticas asociadas al cambio climático. El corazón de esas problemáticas es el sistema agroalimentario global y capitalista. El término sindemia vino a poner en evidencia que el capitalismo atenta contra la vida”, expresó.
En este sentido insistió con la idea de que plantear la vacuna como única solución implica ocultar o desconocer el trasfondo que nos llevó a esta situación tan crítica. “No es que estamos en contra per se de las vacunas, sino que creo que hay problematizar el tema y
preguntarse por las causas para trabajar en las consecuencias. Es decir: hacer ciencia. Esto es: revisar las propias prácticas, los presupuestos. Si hay zonas de incertidumbres, exponerlas en la discusión científica y no ocultarlas. Justamente esa es la buena ciencia. La ciencia que es digna y no oculta las discusiones”.
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