La Cámara Criminal y Correccional de 1ª Nominación de Río Cuarto inició este lunes el juicio contra Marcelo Macarrón por el asesinato de Nora Dalmasso. El viudo de la víctima está imputado por homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria, lo que comúnmente se conoce como crimen por encargo.
La figura prevé una pena de prisión perpetua.
Vale recordar que Nora Dalmasso fue asesinada el 26 de noviembre de 2006 en su domicilio, localizado en el barrio cerrado Villa Golf de Río Cuarto. Las pericias determinaron que la mujer murió por asfixia causada por el estrangulamiento.
En estos más de 15 años, la investigación siguió diversas hipótesis, como crimen durante un juego sexual, abuso sexual seguido de muerte, femicidio y asesinato por encargo. “La causa fue diligenciada por distintos fiscales. Pasaron cinco en total. Siempre estuvieron tras diferentes pistas. En primer lugar, estuvo imputado Gastón Zarate, ‘el perejil’; también estuvo imputado por cinco años el hijo de Nora Dalmasso.
“Después encontraron una prueba de ADN y comenzó a sospecharse de Marcelo Macarrón, que ese fin de semana se encontraba jugando al golf en Punta del Este pero que podría haber una ventana horario donde viajó en un vuelo nocturno a Río Cuarto. Después se descartaron todas esas pruebas y finalmente, en el 2019, el fiscal Luis Pizarro con todos los elementos que tenía dijo que en realidad Marcelo Macarrón era el autor del femicidio, pero que no lo hizo él con sus manos, sino que la había mandado a matar. De esa manera llega la causa elevada a juicio”, repasó, en diálogo con VillaNos Radio, Magdalena Bagliardelli, comunicadora feminista del Puntal AM y La Marea Noticias.
Después de dos años de resolverse la elevación a juicio, comenzó la etapa de audiencias. En la primera jornada hubo un gran operativo de seguridad e incluso con restricciones al trabajo de la prensa, ya que se solicitó a lxs los periodistas que dejen sus teléfonos celulares apagados y en una caja bajo custodia de la policía.
Consultada sobre si durante la etapa de instrucción hubo perspectiva de género en el abordaje de los hechos, la periodista contestó recordando, en principio, que la figura de femicidio no estaba contemplada en el Código Penal al momento de los hechos.
Y añadió: “El fiscal lo pone a Macarrón como proveedor de la familia todo el tiempo. Cuando hace la requisitoria, marca que todo el dinero que se generaba en la familia era por él, dándole a ella un lugar meramente administrativo. Hoy sabemos que las tareas del cuidado también forman parte del patrimonio económico de la pareja. El hombre no podría generar todo lo que genera en términos económicos si no hay una mujer que está en la casa, contribuyendo a las tareas de cuidado. Son tareas que no tienen asignado un valor económico, pero que no permitirían el desarrollo económico de la familia si alguien no lo estuviera realizando”.
Bagliardelli también consideró que “hoy hay herramientas para que el fiscal de Cámara, Julio Riveros, pueda considerar otros elementos que le permitan decir que en esta causa hay un agravante de género”.
Durante la investigación hubo 300 testigos convocados, de los cuales -entre la defensa y la fiscalía- se acordó que se llamará a unas 50 personas a declarar.
“Lo importante de un juicio oral es este careo, donde se pueden poner todos los elementos en juego. Se espera que el fiscal pueda tener una carta más importante porque la única prueba que hoy determina para sindicar a Macarrón como autor es la pericia psicológica. En la reconstrucción de los hechos que él arma detalla los motivos que podría haberlo llevado a ordenar el asesinato de su mujer. Pero no hay ninguna prueba concretar. Por ejemplo: no se sabe quien la mató. Es decir: quien fue el autor material y cuanto le pagaron, cómo se hizo la transacción. Esa prueba no existe en todos los cuerpos que tiene el expediente”, expresó.
El juicio será con jurados populares.
En cuanto a cómo está impactando este juicio en la sociedad de Río Cuarto, la periodista reparó en que en el primer día de audiencias hubo un grupo reducido de personas en Tribunales manifestándose a favor del imputado -movilización impulsada por la propia familia Macarrón-, pero no había nadie nombrando a Nora Dalmasso.
“Este caso es una mancha para la justicia de Córdoba. pasaron 15 años y recién ahora se eleva a juicio al único imputado. Porque la investigación sobre los hechos, prescribió. Es decir que, si entre el publico participante estaba el autor material, el crimen no se puede juzgar. Por eso hay mucha expectativa en relación al juicio para que se pueda conocer la verdad”.