Desde hace varias semanas que la provincia de Córdoba está siendo escenario de importantes manifestaciones de trabajadorxs de la salud que reclaman mejores condiciones laborales y una actualización salarial del 200% para todo el personal, que permita hacer frente a la inflación.
En ese escenario de conflicto, toma fuerza el reclamo de residentes y concurrentes que denuncian condiciones de precarización y bajos salarios.
“Somos más de 700 profesionales de la salud. Nos desempeñamos laboralmente en diferentes hospitales de gestión pública y privada e instituciones de salud de la Provincia de Córdoba. Somos medicxs, bioquimicxs, psicopedagogxs, trabajadorxs sociales, psicomotricistas, psicologxs, enfermerxs, odontologxs,fonoaudiologxs, nutricionistas, kinesiologxs. Nuestra condición de residentes y concurrentes nos impulsa a autoconvocarnos para visibilizar las diversas falencias y problemáticas que ocurren en nuestro sistema de formación”, difundieron a través de su cuenta en Instagram el colectivo de Residentes y Concurrentes.
“Hace un mes empezamos con los procesos asamblearios. Primero fue un espacio de asamblea interhospitalaria. Cada residente hizo una asamblea en su centro de salud y después, en función de eso, se decidió que había condiciones para unificar el reclamo.
“El punto en con eran las condiciones en las que ejercemos la supervisión, sumado a eso la responsabilidad y el ingreso que percibimos, que es una beca, porque no dejamos de ser becarios”, expresó Ayelén Britos, residente del área de salud mental.
Sostuvo que progresivamente se fueron sumando residentes que se desempeñan también en el área de la Salud de la municipalidad de Córdoba, de la nación e incluso de clínicas privadas.
La joven puntualizó que la residencia es un sistema de formación con carácter de especialización. “Una vez que se termina la carrera de grado, rendís un examen que se llama ‘examen único’ que se hace una vez al año, con diferentes temas y bibliografías. Te presentás en una fecha, la rendís y en función de eso te dan un resultado que tiene que ver con el promedio de la carrera y con el examen en sí, que generalmente es múltiple opción. En función de eso, se arma un orden de mérito y según los lugares disponibles por institución, uno elige en qué especialidad quiere desempeñarse. Porque, en teoría, la residencia no deja de ser una especialización en posgrado”, expresó.
Manifestó que por estar cursando la residencia “no se puede tener otro trabajo por fuera porque se está cursando una especialización”. “Nos ofrecen una beca, que es un ingreso salarial. Contamos con obra social, pero no hacemos aportes jubilatorios”, dijo.
Detalló que el de los concurrentes es otro sistema de formación. “Se trata de trabajo gratuito de profesionales que, hoy por hoy, realizan la misma tarea que los residentes. Hacen tratamientos en consultorios externos, están en las salas de internaciones, están en las guardias, pero no reciben ningún ingreso, ni obra social ni beneficios básicos”, manifestó.
La carga horaria que están cumpliendo residentes y concurrentes va entre 60 y 80 horas semanales, más las guardias los fines de semana. “Se trata de jornadas muy intensas, de 11 horas de trabajo. Tampoco se reconocen las guardias, de modo que se hacen jornadas de 24 horas y luego tienen que hacer su horario habitual, sin descanso. Estaos hablando de estar trabajado 36 horas seguidas”, graficó la profesional.
La beca que se les paga hoy a lxs residentes es de 88 mil pesos. Con los bonos que se establecieron en pandemia, el monto ascendió a 111 mil pesos. “Estos valores con para quienes están en los hospitales provinciales. Para lo que es municipalidad o nación, los montos son diferentes. Por eso la idea es que se pueda establecer un piso básico iguales para todxs”, señaló Britos.
Dentro de la serie de reclamos que impulsado lxs residentes está la mejora en la formación, que se garanticen las prácticas supervisadas y la recomposición salarial.
“La situación de la salud ha quedado muy a la vista. No se trata solo de mejorar el sistema de atención o las condiciones de los residentes, sino que también atañe a nuestros compañeros de planta, monotributistas y contratados. Ellos llevan sus propios reclamos y nos invitaron a participar de esta intersectorial de la salud”, agregó.
