Blas Correa y una sentencia histórica para la lucha contra la violencia policial

Noticias

La Cámara 8° del Crimen y los jurados populares decidieron el pasado viernes 31 de marzo condenar a los policías Lucas Gómez y Javier Alarcón a prisión perpetua al ser encontrados culpables del homicidio calificado de Valentino Blas Correas (17). Los dos policías efectuaron disparos contra el vehículo en el que se trasladaban Blas y sus amigos en la noche del 06 de agosto de 2020. Ambos policías también quedaron inhabilitados a desempeñar empleo o cargo público y portar armas “por el tiempo en que dure la condena impuesta”. 

Una pena menor recibieron el resto de los agentes de la Policía de Córdoba imputadxs por encubrimiento. La policía Wanda Esquivel fue condenada a 3 años y 10 meses de prisión, aunque permanecerá con prisión domiciliaria. La oficial ayudante Yamila Martínez, fue condenada a cuatro años y tres meses de prisión e inhabilitación especial por tres años.

En tanto, Leando Alexis Quevedo fue condenado a cuatro años de prisión; el cabo Ezequiel Vélez, a dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional; el subcomisario Sergio González a cuatro años y diez meses de prisión; Walter Soria a cuatro años y nueve meses de prisión; el subcomisario Enzo Quiroga, a cuatro años y ocho meses de prisión.; el comisario inspector Jorge Galleguillo, a cuatro años y ocho meses de prisión; el comisario Juan Antonio Gatica a cuatro años de prisión; el agente Juan Orlando Ramírez, a un 1 año de prisión de ejecución condicional por vejaciones. 

Por último, el cabo Leonardo Martínez y el agente Rodrigo Toloza, fueron absueltos. Según se informó, los fundamentos se conocerán en dos semanas.

La sentencia también dio respuesta al pedido de la fiscalía para que continúe la investigación contra funcionarios de la cúpula policial al momento del homicidio, por su participación necesaria en la trama de ocultamiento del hecho: el ministro de Seguridad Alfonso Mosquera; el comisario Gonzalo Cumplido; Lucas Mezzano, subsecretario de Coordinación y Planificación Técnica; y a la actual Jefa de la Policía de Córdoba, Liliana Zárate Belletti, por entonces titular del área de Recursos Humanos.

La sala de la Cámara Octava del Crimen se vio repleta de familiares, representantes de organizaciones sociales y funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. 

Se destacó la presencia de Sonia Torres, referente en Córdoba de Abuela de Plaza de Mayo. 

Minutos antes de las últimas palabras de los acusados, Soledad Laciar, mamá de Blas, habló con el periodista Jorge Vasallo de Radio Universidad y dijo: “La verdad que verme acá es una locura. Recién lo estoy entendiendo ahora. Lo entendí el 24 de marzo cuando marché. Verme ahí, marchando por mi hijo, no lo podía creer. Es muy fuerte. 

“El 24 me di cuenta del lugar en el que estoy. Estaba en una barredora donde hay mujeres que hace más de 40 años que luchan. Y digo, así voy a morir yo. Pero con el orgullo de que mi hijo va a estar orgulloso de que su familia va a estar siempre de pie, luchando para que algo en esta bendita provincia cambie. Entendí que ese es el camino y prometo que voy a morir así, luchando como las Abuelas”, expresó profundamente emocionada.

Soledad Laciar: “Se hizo justicia, pero esto recién empieza” 

Tras la lectura de la sentencia la familia de Blas brindó una conferencia de prensa acompañada por Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina y Alejandro Pérez Moreno, abogado de la familia. 

Allí Soledad sostuvo que “se dio un gran paso, aunque no es para festejar”. 

“Es un gran paso porque quedó demostrado que lo que vengo diciendo hace más de dos años y medio era verdad. Que no eran 13 policías y nada más; sino que hubo una falencia en la seguridad y que la política tiene que hacerse cargo. La sentencia fue mucho más allá de lo que yo esperaba. Si las dos personas que fueron absolutas no tenían nada que ver, está bien. Siempre fuimos claros. Nosotros veníamos a vengarnos de nada”, dijo. 

Y remarcó: “Se hizo justicia, pero esto recién empieza. La justicia me dio una gran señal de que se puede confiar”.   

Juan Segundo Pavez Laciar, hermano de Blas, sostuvo que “hoy fue un día muy triste”. “Tengo 22 años y para mí la violencia institucional y lo que escuchaba de la dictadura militar, el proceso, las ejecuciones extrajudiciales estaban solo en los libros de historia. Agradezco que la justicia nos haya sorprendido para bien. No es un día para festejar. Pero agradezco a la Justicia que se haya animado a enfrentar al poder”, expresó.