“El Cordobazo es la expresión militante, del más alto nivel cuantitativo y cualitativo de la toma de conciencia de un pueblo, en relación a que se encuentra oprimido y a que quiere liberarse para construir una vida mejor, porque sabe que puede vivirla y se lo impiden quienes especulan y se benefician con su postergación y su frustración de todos los días”.
Con estas contundentes palabras definía Agustín Tosco la revuelta social más grande de Córdoba, aquella que ha dejado marcas en la historia argentina. Fue una rebelión popular. Una expresión del repudio a los gobiernos dictatoriales de Juan Carlos Onganía en el orden nacional, y de Carlos Caballero en el orden provincial. Fue un repudio a su represión violenta y asesina, a la intervención de las universidades, al cierre de canales de participación y a la aplicación de medidas de corte liberal que generaban desigualdades sociales y favorecían la concentración de la riqueza y la generación de monopolios.
A 54 años de aquellos hechos, los sentidos en torno a la fecha se actualizan.
Este año hubo varios actos en la provincia y uno de ellos recordó también la histórica visita del primer mandatario de Cuba Osvaldo Dorticós, quien el 29 de mayo de 1973, a poco de asumir Héctor Cámpora la presidencia de nuestros país, viajó a Córdoba para participar de los actos de celebración por el 4° aniversario del Cordobazo.
“La visita de Dorticós a Buenos Aires para la asunción de Cámpora no sólo representó el acompañamiento de un presidente latinoamericano a otro, sino que después de muchos años se volvieron a restablecer las relaciones diplomáticas, económicas, culturales y gremiales entre Cuba y Argentina. Por eso los 50 años de este hecho adquiere esta fuerza. son 50 años ininterrumpidos de la relación entre Cuba y la República Argentina”, destacó en diálogo con VillaNos Radio Jorge Mario Lewit, coordinador del encuentro que tuvo como sede el Sindicato de Luz y Fuerza.
El secretario de Derechos Humanos del gremio anfitrión, Alfredo Seydell, dió las palabras iniciales de bienvenida para luego dar paso a las intervenciones de Miguel Apontes, secretario Adjunto del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación (Cispren), y de Esteban Coalova, presidente de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC).
Consultado sobre cómo interpela la fecha al movimiento obrero y estudiantil del presente, Lewit consideró que “estamos en deuda”.
“Hemos retrocedido varios pasos. El hecho de que haya cinco actividades diferentes en Córdoba refleja que no se ha logrado ni una unidad para conmemorarlo. De todos modos, no hay antagonismos sino que faltó pulir el trabajo previo a la fecha. Sin unidad no hay forma de poder salir a la calle, manifestarse o poder influir en las elecciones o en las listas de los candidatos.
“Hay que dar pasos concretos para que la distribución de la riqueza sea el norte de este trabajo, sumado a otras reivindicaciones que tenemos como trabajadores. Si no ponemos la mirada en ese horizonte, vamos a estar complicados en el corto y el mediano plazo”, remarcó.
Durante el acto, se realizó también un homenaje al dirigente gremial y cooperativista Mario Díaz, fallecido en marzo de 2022, que estuvo a cargo de Ilda Bustos (secretaria General de la Unión Obrera Gráfica) y Luis Bazán (secretario General de Sivialco).
El cierre estuvo a cargo del secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza, Gabriel Suárez, y la música aportada por Norma Piccone y Guillermo Díaz.