La legisladora porteña y nieta restituida, Victoria Montenegro dialogó con VillaNos Radio sobre el acto reivindicatorio de la última dictadura cívico militar desarrollado el pasado lunes 04 de septiembre por la diputada y candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel.
Para Montenegro, el acto desarrollado por la compañera de fórmula de Javier Miles merece “el repudio sin lugar a dudas” ya que no solo niega el terrorismo de Estado sino que “reafirma la dictadura cívico-militar”.
“Estás expresiones, que antes eran marginales, hoy tienen diputados y diputadas que los expresan”, expresó la dirigente y remarcó: “Victoria Villarruel es la candidata del Partido Militar. Es una persona que se ha formado para hacer lo que está haciendo. Hace años que frente al fin de las leyes de impunidad y al avance en la recuperación de la memoria, el Partido Militar tuvo que cambiar la estrategia. No iba a ser como lo hicieron siempre, con golpes de Estado. Había que buscar otras formas para minimizar su accionar en los años de dictadura”.
Montenegro definió también el evento como “un acto de provocación”.
“Me interpela la conciencia de nuestro pueblo. Porque ahí tienen que ver nuestro reflejo, como para dimensionar lo que está pasando. Eso me preocupa”, dijo y añadió: “Están diciendo que van a ir por los trabajadores, por los sindicatos, por los docentes, por las políticas de género, por la diversidad, por las personas con discapacidad. Te lo dicen abiertamente”.
en este sentido considero que “corre riesgo la democracia, a 40 años de haberla recuperado”
“Hace muchos años se viene instalando una campaña de odio muy imperceptible. Se fueron allanando caminos para que muchas personas que acompañan la lucha de los derechos humanos y celebran cuando aparece un nieto, porque humanamente son buenas personas, pero termina ganándoles el odio por la crisis económica”, analizó.
Además consideró que “la asociación de los derechos humanos con un sector de la política, anula su humanidad”.
“Si yo solo me dedicara a trabajar la memoria desde mi caso particular sin un compromiso político, sería una cosa. Es la idea de que mi lucha o mi dolor es ‘puro’ porque no está ‘contaminado por la política’. Mi vida y mi lucha tienen un origen que es fundamentalmente político. Nuestros padres desaparecieron por razones políticas. Pero se fue generando una ruptura de la asociación, de la capacidad de asociar la lucha de los 30 mil con el rol de los organismos de derechos humanos”, remarcó.
Montenegro destacó que Argentina es una referencia mundial en materia de derechos humanos, pero consideró que “el odio terminó ganando en un sector de la sociedad”.
“Hay un plan de odio en marcha”, insistió y en este sentido llamó a “humanizar” y contar una y otra vez lo ocurrido con el terrorismo de Estado. “Cuando más difíciles son los momentos es cuando más firmes tenemos que ser con nuestras convicciones”, concluyó.