Vecinxs, activistas y especialistas se reunieron este miércoles en la Plaza de barrio Colinas para analizar el impacto ambiental de la cuarta etapa del Plan de Desarrollo Urbano Ambiental, aprobada recientemente por el Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz. La normativa establece criterios de construcción en áreas anexadas al ejido municipal tras su ampliación, lo que, según los vecinos, pone en riesgo ecosistemas clave como el arroyo El Sauce y el humedal El Pantanillo.
La ordenanza fue aprobada con el voto afirmativo de siete concejales oficialistas y tres de la minoría, mientras que solo dos ediles se manifestaron en contra, argumentando la necesidad de preservar el ambiente. Esta división generó un fuerte malestar en distintos sectores de la sociedad, que denuncian la falta de consenso en una decisión que podría afectar gravemente el equilibrio ecológico de la zona.
Durante esta segunda reunión (la primera se realizó el 20 de enero en la sede del centro vecinal Las Rosas Centro), que contó con la participación de aproximadamente 35 personas, se expresó una fuerte preocupación por la falta de consenso social en la aprobación del proyecto.
María Mancuello, vecina y participante del encuentro, subrayó la importancia de preservar estos ecosistemas. “El avance de estos proyectos sin un adecuado estudio ambiental pone en riesgo la biodiversidad y la calidad de vida de quienes habitamos la zona”, afirmó a VillaNos Radio.
Además, advirtió que esta obra solo beneficiará a un privado.
Entre los presentes estuvieron Laura Colladón, de la Asociación de Amigos del Río San Antonio (Adarsa) e integrante del Consejo de Planificación Urbano Ambiental (CPUA); Victoria Szkolka, del Colegio de Arquitectos y también miembro del CPUA; personal de Parques Nacionales, y la expresidenta de la Asociación Inmobiliaria de Villa Carlos Paz, Inés Prado, quien en la gestión anterior también integró el CPUA.
Durante el encuentro, se debatió sobre las consecuencias ambientales que podría generar la aplicación de la ordenanza, destacando la alteración del equilibrio hídrico, la desaparición de especies y la disminución de la calidad de vida en la región.
Se recordó la importancia de iniciativas educativas como la del profesor Marcelo García, quien promovió la adopción de un cuerpo de agua como mascota en las escuelas, con el objetivo de generar conciencia sobre la necesidad de proteger estos espacios naturales.
Una vecina compartió su testimonio junto a su nieta, recordando que desde los años 70 el arroyo El Sauce ha sido parte del paisaje y que en aquella época las vacas se empantanaban en la zona, lo que evidencia que el humedal tiene una historia y un ecosistema propio.
En ese sentido, los participantes coincidieron en que “la defensa de los humedales no es solo una causa ambientalista, sino una necesidad urgente para garantizar una mejor calidad de vida, tanto para la sociedad como para todas las formas de vida que dependen de estos ecosistemas”.
Una caminata para visibilizar el reclamo
Como una de las principales acciones para visibilizar la problemática y exigir la derogación de la ordenanza, los vecinos decidieron organizar una caminata por la zona afectada. “Elegimos esta modalidad porque creemos que es la mejor manera de experimentar el espacio y, a partir de ahí, pedir su protección”, explicaron.
A través de este recorrido, que aún no tiene fecha confirmada de realización, los organizadores buscan que más personas tomen conciencia sobre el valor ecológico del humedal y comprendan el impacto que tendría su modificación. Asimismo, la caminata servirá para reforzar el pedido de preservación de estos ecosistemas ante las autoridades municipales.
Además, se anunció la conformación de un grupo en redes sociales bajo el nombre “El Pantanillo”, que pronto contará con una cuenta en Instagram para canalizar adhesiones, compartir información y coordinar futuras acciones en defensa del ambiente. “Esta organización sigue creciendo y los vecinos están invitados a sumarse”, concluyeron.
Redacción: La jornada Web y VillaNos Radio