A 49 años de la represión en el hospital de Santa María de Punilla: “La memoria es resistencia”

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(Foto: ATE Córdoba) El pasado 26 de mayo se conmemoró un nuevo aniversario de la brutal represión desatada en 1976 en el Hospital de Santa María de Punilla, en plena dictadura cívico-militar. La jornada sirvió no solo para recordar a los trabajadorxs de la salud perseguidxs por su militancia sindical y política, sino también para reafirmar la vigencia de una memoria activa frente al avance de discursos negacionistas.

Federico Giuliani, secretario general de ATE Córdoba, participó del acto y reivindicó la historia de lucha de la comisión directiva de ATE Punilla, secuestrada y torturada por las Fuerzas Armadas. “Para nosotros, que asumimos en ATE, ha sido un desafío permanente la construcción y el ejercicio de la memoria histórica de la orgullosa generación del setenta”, sostuvo.

Giuliani destacó que aquellxs trabajadorxs “no solo peleaban por condiciones laborales o aumentos salariales, sino que impulsaban un proyecto de desmanicomialización y luchaban por una patria libre, justa y soberana”. 

Recordó, además, que en 2023 se señalizó oficialmente el hospital como sitio de memoria, y que “en noviembre se van a cumplir 50 años de la voladura con dinamita de nuestra sede sindical”, un hecho de violencia institucional pocas veces visto incluso en el contexto represivo de la época.

Durante la entrevista, Giuliani subrayó la importancia de recuperar la identidad sindical en el presente: “La memoria no es solamente nostalgia, es resistencia. Significa estar en esta etapa tan difícil que vive la Argentina, agrupados, construyendo poder popular”.

Respecto al contexto actual, criticó duramente al gobierno nacional por su actitud frente a los crímenes de lesa humanidad: “Este gobierno hace apología del genocidio y busca trasladar a los represores a cárceles VIP como Campo de Mayo. Nosotros decimos que deben morir en cárceles comunes, como Videla”.

Consultado sobre el rol del sindicalismo en la construcción de memoria, Giuliani fue categórico: “La historia no empieza con nosotros ni termina cuando nos vamos. Hay que mirarse en el espejo de los dirigentes de aquel entonces, que tenían una mística que hoy necesitamos recuperar. Nosotros no peleamos solo por salarios; peleamos por un país distinto, donde la clase trabajadora sea protagonista”.

El dirigente también apuntó contra la “partidocracia atornillada al poder” y defendió el protagonismo político del movimiento obrero. “Los poderosos no necesitan de la política porque ya lo tienen todo. Nosotros, el pueblo, sí la necesitamos para transformar la realidad”, afirmó.