(Foto: La garganta poderosa) En el marco de un nuevo aniversario del Cordobazo, la histórica rebelión obrero-estudiantil del 29 de mayo de 1969, VillaNos Radio dialogó con Bianca Tosco, historiadora, investigadora y nieta de Agustín Tosco, uno de los principales referentes de aquella gesta. En una conversación atravesada por la memoria, la historia y la militancia, Bianca reflexionó sobre el legado del Cordobazo, la vigencia de sus demandas y los desafíos actuales para las nuevas generaciones.
Desde una mirada que cruza lo biográfico con lo colectivo, señaló que cada vez que se revisitan hechos del pasado, se los interpela desde el presente: “Cada época le hace nuevas preguntas a la historia, y hoy el Cordobazo cobra una vigencia fundamental. Mi abuelo lo definía como ‘la expresión de la máxima toma de conciencia de un pueblo trabajador que se reconoce oprimido’. Y eso sigue siendo clave”.
Bianca explicó que su vínculo con la figura de Agustín Tosco fue primero familiar, luego político y académico. “Yo no lo conocí personalmente, pero las primeras referencias fueron los relatos de la familia, de sus compañeros, y después llegó la lectura de sus textos. Su coherencia, sus convicciones y su honestidad fueron pilares. Leerlo en Electrum, el diario que él fundó en 1953, me permitió comprender la profundidad de sus ideas”, compartió.
Respecto a su propia trayectoria, contó que la decisión de estudiar Historia en la Universidad Nacional de Córdoba estuvo marcada por esa herencia de compromiso con lo social. “La preocupación por lo colectivo trasciende lo familiar. La lectura fue una práctica que heredamos, y eso influyó en mi camino. Hoy soy docente, investigadora, y estoy realizando un doctorado. Aunque mis temas actuales no abordan directamente el Cordobazo, la raíz de mi interés sigue estando ahí: en pensar críticamente la sociedad”.
Consultada sobre la actualidad del vínculo entre el movimiento obrero y el estudiantado, Bianca fue clara: “No son sectores separados. Hoy, la mayoría de los estudiantes también son trabajadores. Lo que decía Agustín sobre Santiago Pampillón sigue vigente: obrero y estudiante no son dos identidades distintas, muchas veces son la misma persona”.
Al mismo tiempo, subrayó que “aún falta mucho trabajo en términos de conciencia de clase”. Para Tosco, los contextos actuales, marcados por la precarización laboral, la sobreinformación y la circulación de noticias falsas, dificultan esa toma de conciencia. “La crisis y los golpes del gobierno nacional a los sectores populares pueden empujar a una reflexión más profunda, pero todavía es una deuda que tenemos: generar herramientas para organizarnos y reclamar por condiciones de vida dignas”.
En este sentido, resaltó el rol de las ciencias sociales y de quienes trabajan en ellas: “Las disciplinas sociales miran críticamente la realidad. Denunciar desigualdades, visibilizar el racismo estructural, repensar nuestra historia, todo eso contribuye a una democracia más plena. Por eso son atacadas por este gobierno. Quieren debilitar el pensamiento crítico para que el ajuste pase sin resistencia”.
Recordó que su abuelo criticaba duramente los planes económicos de Krieger Vasena durante la dictadura de Onganía, y estableció un paralelismo con el presente: “Uno lee esos textos hoy y parecen escritos para el presente. El ajuste, la entrega al FMI, el desprecio por los derechos laborales, es el mismo libreto. La historia nos da herramientas para no repetirla”.
A 56 años del Cordobazo, la voz de Bianca Tosco, nieta de uno de sus protagonistas, confirma que la historia no es sólo pasado: es una herramienta para leer el presente, entender los desafíos actuales y proyectar nuevas formas de lucha colectiva.