En los últimos días, se ha desatado un escándalo de gran magnitud en el mundo de las criptomonedas, que involucra una estafa millonaria relacionada con la criptomoneda $LIBRA. Este evento ha generado no solo un colapso en el valor de esta moneda digital, sino también una grave crisis política, especialmente debido a la participación del presidente de Argentina, Javier Milei, quien promovió la criptomoneda a través de sus redes sociales.

Desde que estalló la estafa el viernes 14 de febrero, el mandatario ya acumuló más de 100 denuncias por la estafa multimillonaria con criptomonedas que lo tuvo como protagonista y afronta varios pedidos de juicio político en el Congreso.
El valor de $Libra, que en su momento fue promovida con gran entusiasmo por una página web llamada Viva la Libertad Project y respaldada públicamente por Milei, se desplomó rápidamente, dejando a miles de inversores afectados. Se estima que la estafa ha implicado pérdidas por millones de dólares, mientras que los operadores responsables se habrían llevado entre 84 y 100 millones de dólares.
“Se sabe que fueron cinco los operadores que dispararon esto, arengados por el presidente. No se sabe quiénes son, pero se estima que ganaron entre 84 y 100 millones de dólares”, expresó.
El economista y docente universitario José María Rinaldi explicó que las criptomonedas como $LIBRA operan bajo un modelo de «capitalismo de plataformas», que se basa en algoritmos y tecnologías sin el respaldo de ninguna institución financiera.
Según Rinaldi, estas monedas no cumplen las funciones tradicionales, sino que se utilizan principalmente para actividades ilícitas, como rescates y delitos cibernéticos, debido a su naturaleza descentralizada y difícil de rastrear.
Además, destacó que, aunque Milei ha declarado desconocer los detalles de la criptomoneda, su promoción fue fundamental para dar legitimidad a la moneda y atraer a inversionistas. “En el ámbito del derecho penal, que no es mi área, se le llama partícipe necesario. Es decir, sin su rol, el delito no hubiera podido ser cometido”, afirmó el economista. Esto ha generado un fuerte debate en torno a la responsabilidad política e institucional del presidente, y varios sectores piden un juicio político en su contra.
En términos económicos, el impacto de esta estafa es significativo. El presidente instó a invertir en una criptomoneda sin el respaldo adecuado, lo que ha causado desconfianza en los mercados financieros y podría afectar las negociaciones con organismos internacionales de crédito.
Por otro lado, la falta de regulación en el mercado de criptomonedas ha sido otro de los puntos críticos abordados por Rinaldi. A nivel global, algunos países, como Estados Unidos, han prohibido la utilización de criptomonedas dentro del sistema financiero, mientras que en Argentina, el Banco Central también ha establecido restricciones. La opacidad y desregulación de este mercado dificultan la identificación de los responsables y la protección de los inversionistas.
En cuanto al uso de criptomonedas en el país, Rinaldi recordó casos previos de estafas, como el escándalo de Zoé y Cositorto, donde se ofrecían promesas de grandes rendimientos en criptomonedas, que finalmente resultaron en un esquema Ponzi.